Entrevista a Claudio Zulian, director de la película «Constelación Portabella», en el hall de los Cinemes Girona en Barcelona, el miércoles 29 de octubre de 2025.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Claudio Zulian, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Joan Frank Charansonnet, director de la película «El cas Àngelus. La fascinació de Dalí», en el hall de los Mooby Cinemas Bosque, el viernes 15 de noviembre de 2024.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Joan Frank Charansonnet, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Àlex Monner, actor de la película «Los bárbaros», de Javier Barbero y Martín Guerra, en una de las salas de los Cinemes Girona en Barcelona, el jueves 5 de junio de 2025.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Àlex Monner, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación y Pere Vall de Cinemes Girona, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Martín Guerra, codirector de la película «Los bárbaros», en una de las salas de los Cinemes Girona en Barcelona, el jueves 5 de junio de 2025.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Martín Guerra, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación y Pere Vall de Cinemes Girona, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Antonella Sudasassi Furniss, directora de la película «Memorias de un cuerpo que arde», en la Sala Club de la SGAE Catalunya en Barcelona, el viernes 14 de febrero de 2025.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Antonella Sudasassi Furniss, por su tiempo, sabiduría, generosidad, a Óscar Fernández Orengo, por retratarnos de forma tan maravillosa, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
“Estoy viva y mientras esté viva, no voy a ser una vieja”.
Primero fue El despertar de las hormigas: Niñez (2016), un cortometraje de 18 minutos en el que abordaba el primer orgasmo de Luciana, una niña de 10 años. La segunda cita fue El despertar de las hormigas (2019), un primer largometraje que se situaba en la mirada de Isa, una joven madre y esposa que no desea un tercer hijo y experimentar con las cosas que le ofrece su cuerpo y la vida. El tercer viaje es Memorias de un cuerpo que arde, donde la directora Antonella Sudasassi Furniss (San José, Costa Rica, 1986), cierra su trilogía sobre el deseo y el placer femenino a través del sexo en la edad madura, donde a partir de las tres historias reales de Ana, Patricia y Mayela nos convoca a un viaje por la memoria y la experiencia personal de tantas mujeres latinoamericanas que crecieron y vivieron la represión sexual en una sociedad patriarcal y eminentemente religiosa que les impidió ser ellas mismas y experimentar en libertad su cuerpo, sus cambios y su sexualidad plena y las sometió a un silencio y una violencia hasta que se levantaron y dijeron basta.
La directora costarricense ha construido un mundo que se sitúa en las décadas de los cincuenta y sesenta en un solo espacio, la casa de la protagonista en el que se edifica un imaginativo y poderoso dispositivo en el que mezcla con astucia dos elementos aparentemente antagónicos pero que acaban casando con un equilibrio y naturalidad apabullante. Por un lado, escuchamos los testimonios íntimos y sin complejos de las citadas mujeres de más de 65 años que explican sus descubrimientos en la infancia, juventud y adultez y su relación con su sexualidad, a través de sus experiencias en el amor, el sexo, la maternidad y la violencia. Por el otro, se cimenta una elaborada ficción en el que tres mujeres/actrices interpretarán lo que escuchamos pasando por las tres edades bien diferenciadas: la infancia, la adultez y la vejez en una sola mirada y experiencia. A partir de una estructurada y reposada mise en scène en el que todo sucede en una casa que va escenificando las diferentes etapas vitales y los respectivos lugares en los que va aconteciendo. Mediante unos ligeros y suaves planos secuencia muy bien dirigidos y coreografiados como el que abre la película: donde se muestra sin tapujos y con total transparencia el juego cinematográfico al que estamos a punto de asistir, y ese leve cambio de objetivo y pasamos de la no ficción a la ficción.
Sudasassi Furniss vuelve a contar con el cinematógrafo Andrés Campos como ya hizo en la citada El despertar de las hormigas, donde se vuelve a imponer una luz muy natural donde lo doméstico adquiere toda su fuerza y centro de la historia, en el que los personajes se desenvuelven con total desparpajo por el entorno y transmiten esa intimidad que consigue sin estridencias ni inventos del estilo. La música de Juano Damiani crea ese espacio altamente cercano y sensible por el que transita la película, sin caer en lo acomodaticio ni sobrepasarse, bien acompañado por los escogidos temas musicales, como el maravilloso tema que canta Valeria Castro, de la que ya hemos apreciado su arte en películas como Mi soledad tiene alas y la reciente El 47. El montaje de Bernat Aragonés, un editor que ha escogido muy bien sus trabajos ya que ha tenido a nombres tan importantes como el desaparecido Agustí Villaronga, Isabel Coixet y Belén Funes, entre otros. Un trabajo impresionante porque la tarea no era nada sencilla, porque hay un sinfín de viajes en el tiempo, entre las tres diferentes edades, sensaciones y demás, con la ayuda del gran trabaja de arte, porque en el mismo plano se pasa entre tiempos, cambios y demás.
Las magníficas composiciones de las tres mujeres/actrices que dan vida a la misma mujer en sus tres etapas, debutantes o casi en el campo cinematográfico. Tenemos a la niña que hace Juliana Filloy, que descubre sus primeras veces en el amor, en el sexo, en la violencia, en la alegría y la tristeza en el entorno que le rodea. Luego, pasamos a Paulina Bernini que hace la juventud y la adultez con los primeros besos, caricias, la boda, la maternidad, la violencia y una sexualidad en dos capas, con el marido sin orgasmos y después, en soledad disfrutando del sexo. Y por último, Sol Carballo es la mujer en su edad más avanzada y que actúa como eje vertebrador y memorístico que va repasando sus experiencias contándonos recuerdos y secretos íntimos y revelaciones ocultas que van haciendo un retrato individual y común de tantas mujeres que vivieron lo mismo en sus compañías y soledades donde descubrieron y experimentaron un mundo de sensaciones y de libertad que tuvieron que vivir en silencio y sin hacer ruido, hasta que dijeron basta y despertaron e hicieron su vida, en total libertad, sin imposiciones y con independencia, abriendo el camino para las generaciones de mujeres posteriores.
Una película como Memorias de un cuerpo que arde se suma a esta mirada crítica y personal de muchas cineastas que están filmando historias que tienen que ver con el pasado de las mujeres, un pasado lleno de oscuridad, de violencia y de silencio, en que este cine ayuda a mostrar tantas realidades ocultas, invisibilizadas y olvidadas a través de un cine que muestra, que reflexiona y sobre todo, da luz a tanta oscuridad. La película de la cineasta caribeña se hermana de forma directa y personal con la reciente Las novias del sur, de Elena López Riera, porque las dos cintas rescatan una memoria que existía pero estaba silenciada, la de tantas mujeres que hicieron una vida a través de las sombras, llena de tabúes, hipocresía y maldad, donde el sexo, la menstruación, la maternidad, el amor y demás eran temas totalmente desconocidos. Las directoras Antonella Sudasassi Furniss y Elena López Riera y todas las demás que volverán a abrir en canal estos temas sobre tantas mujeres, tan necesarios para todos los públicos de ayer, hoy y siempre, porque construyen una historia real y no incompleta como hasta ahora, y además, son temas que forman parte de nuestra realidad y cuánto más se conozcan y se expongan mejor para todos y todas ya que nos abrirá un mundo de experiencias y sensaciones que podemos disfrutar entre todos y todas. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
“La representación de la vida y de la muerte es infinitamente más desgarradora que la vida y la muerte mismas. Ello sucede porque las imágenes nos dan las cosas, pero nos las dan en tanto que perdida. Ahí radica la verdadera patética verdad de la imagen. La imagen está siempre por algo que fue, pero que ya no es”.
Ricardo Menéndez Salmón en la novela “Medusa” (2012)
En el universo cinematográfico de Luis (Soto) Muñoz (Baena, Córdoba, 2000) predomina lo oscuro y lo oculto, lo que no vemos, las grietas de la vida o quizás, la muerte, donde la periferia, noche y el paisaje filmado juegan un protagonismo primordial, siempre jugando con las estructuras propias de lo representado y su representación. En El cuento del limonero (2021), película de 50 minutos filmada durante la pandemia y en Baena, mostraba a su abuela en un interesante dispositivo en el que había texturas y mezclas muy diferentes. En Sueños y pan (2023), partiendo de Los golfos (1960), de Carlos Saura, retrataba a dos marginados envueltos en un robo y en sus ilusiones que iban marchitándose a medida que avanzan sus circunstancias en un fascinante blanco y negro.
En Los restos del pasar vuelve a Baena, junto a la codirección de Alfredo Picazo, también del 2000 y de Baena, que hizo el montaje del citado El cuento del limonero, por supuesto, para volver a experimentar con las infinitas posibilidades de la imagen y su formas de representación, porque nos sitúa en un lugar reconocible pero en un tiempo indeterminado, en el que rueda la semana santa del pueblo, con sus ritos, su tradición y sus gentes, como si estuviéramos frente a un documental etnográfico, fusionado con la historia de Antonio adulto que recuerda en off su infancia y su encuentro trascendental con Paco, un pintor que le hablará de la vida, la muerte y la forma de mirar el entorno y aprender de él. El paisaje de Baena actúa como santo y seña, en una mirada que transforma su idiosincrasia y su no tiempo, donde hace un profundo análisis y reflexión sobre el tiempo, nuestro paso por la vida y por todas las presencias y ausencias que nos rodean. La película fusiona con acierto la liturgia religiosa, la excepcional comunión de los habitantes del pueblo y la trama de la infancia perdida, rodeada de olivos, de tradiciones y de observar la vida y entender la muerte a través de lo terrenal, representado por el pintor, y la místico, que representa la religión en las conversaciones con el párroco.
El blanco y negro, que recuerda a aquel cine español de los “Nuevos Cines” de los sesenta, del que los autores se consdieran deudores, no sólo por afinidad cinéfila sino también por su creatividad, y algunos momentos en color, en un gran trabajo del cinematógrafo Joaquín García-Riestra Guhl, con el formato 1:1:66, tan característico de aquella época del Cine Español, que ya hizo la imagen de la mencionada Sueños y pan, en el que crea una atmósfera de tiempo no tiempo, de una infancia envuelta en la bruma del recuerdo y la fábula. El montaje de Rafael Cano, que ha trabajado con (Soto) Muñoz en sus películas y en Cuando se hundieron las formas puras (2021), cortometraje de Alfredo Picazo sobre el asesinato de Lorca, genera esa idea de gazpacho que reina en toda la película, donde la naturalidad se impone proque se va creando un documento sobre el tiempo, la vida, la muerte y la infancia en sus 83 minutos de metraje. La fuerza de la música procesional que casa a las mil maravillas con la música del dúo Pedro Catalán y Juan Marpe nos van sumergiendo en una Baena real e inventada, donde todo es posible. El magnífico trabajo de sonido de Laura Gantes, que consigue convertirnos en un baenense más, o incluso, nos conduce por sus tiempos y sus fantasmas, los presentes y ausentes.
Las tres películas que hemos visto de Luis (Soto) Muñoz, al que hay que añadir a Alfredo Picazo en esta última, emergen como tres cintas donde existe una idea muy profunda de la representación tanto de la imagen como los diferentes elementos cinematográficas, tanto en su búsqueda como en su experimentación, en la que no hay límites ni caminos trillados, sino todo lo contrario, una travesía de descubrimiento, muy sorpresivo y de ir encontrándose con los paisajes y escenarios a filmar, y sobre todo, las formas en que serán representados, en una eterna fusión de formas y texturas a priori muy alejadas, pero en su materialización casan de forma muy expresiva, intensa y espectacular, en una cadena de imágenes reveladoras y tremendamente significativas, no sólo en su exterior sino socavando todos los matices y detalles que se van manifestando, componiendo una sinfonía de almas, intimidades y revelaciones, donde las diferentes procesiones de Semana Santa de Baena consiguen una fuerza brutal acompañadas de la voz en off de Antonio adulto que recuerda a las películas de Val del Omar. No dejen de ver Los restos del pasar y sobre todo, dejense llevar por su historia, su verdad y su viaje por el tiempo y el no tiempo, por la muerte y los fantasmas que habitan en los paisajes de nuestra memoria y nuestra infancia, aquel tiempo que siempre pasa y siempre se recuerda. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Montse Alcoverro y Enrique del Pozo, intérpretes de la película «El cas Àngelus. La fascinació de Dalí», de Joan Frank Charansonnet, en el hall de los Mooby Cinemas Bosque, el viernes 15 de noviembre de 2024.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Montse Alcoverro y Enrique del Pozo, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Júlia Creus y Ricard Balada, intérpretes de la película «El cas Àngelus. La fascinació de Dalí», de Joan Frank Charansonnet, en el hall de los Mooby Cinemas Bosque, el viernes 15 de noviembre de 2024.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Júlia Creus y Ricard Balada, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA
Entrevista a Julia de Castro y María Gisèle Royo, directoras de la película «On the Go», en el Parque de la España Industrial en Barcelona, el martes 2 de julio de 2024.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Julia de Castro y María Gisèle Royo, por su tiempo, sabiduría y generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA