Time to Love, de Metin Erksan

DEL AMOR Y OTRAS SOLEDADES. 

“No decía palabras, acercaba tan sólo un cuerpo interrogante, porque ignoraba que el deseo es una pregunta cuya respuesta no existe”. 

Luis Cernuda

Hay muchas historias del cine. Tenemos la oficial, la que todos los que hemos estudiado cine conocemos, con sus nombres, películas y demás. Pero también hay otras, las que no conocemos, las que se reescriben cada año, porque cada año en lo más recóndito de una filmoteca o una casa olvidada, se descubren otros nombres y películas, descubriendo a cineastas que, desgraciadamente, quedaron en el olvido o muy pocos recuerdan. El nombre de Metin Erksan (Çanakkale, Turquía, 1929 – Bakirköy, Turquía, 2012), es uno de ellos, un cineasta que dirigió 42 títulos amén de una veintena de guiones para otros directores. Este descubrimiento viene con su última película, Sevmek zamani, traducida como Time to Love, en la que nos cuenta la fascinación de Halil, un pintor que decora las casas de los ricos, por un retrato, el retrato de Meral, una de esas jóvenes ricas que pasa su tiempo en casa de ricos suyas o de amigos. Los dos se conocen y se enamoran, aunque Halil tiene miedo, ese miedo del enamorado que sabe que la diferencia entre ellos, de posición social sobre todo, hará añicos el amor y por ende su vida. 

El extraordinario arranque de la película con ese mar rodeado de un profundo bosque de árboles altos acompañado de un silencio sepulcral, que escenifica los barrotes de una prisión, igual que sucedía en Los amantes crucificados (1954), de Kenji Mizoguchi, nos lleva a pensar que estamos frente a un amor difícil, un “amour fou”, que mencionaba el gran Buñuel. La película ya tiene ese aroma triste y melancólico, con esa secuencia del inicio con la lluvia, una lluvia fiel compañera de este amor tan difícil como pasional, y el protagonista mirando a través de la ventana del café, y luego sale y la cámara lo sigue hasta la casa, donde entra y en soledad se queda embelesado mirando el retrato de la citada Meral. Un tono y unos paisajes tristes, desolados y vacíos que recuerdan enormemente el cine del bloque comunista, con nombres como Kieslowski y Béla Tarr, entre otros. El blanco y negro acentúa ese aire pesado y asfixiante de unas vidas sin más, unas existencias anodinas, sin esperanza y muy solitarias, en consonancia con el formato cuadrado que evidencia esa cárcel de la que hablábamos, en un gran trabajo del cinematógrafo Mengü Yegin, con más de 70 títulos a sus espaldas, y la música, constante y que resalta esas emociones contradictorias de ambos protagonistas, que firma Metin Bükey, con más de 130 películas en su filmografía, y el preciso y sólido trabajo de sonido de Yorgo Ilyadis con 80 títulos en su haber. 

Halil y Meral son dos almas enamoradas, pero también son dos almas muy diferentes, pertenecen a clases sociales antagónicas, y eso lo cambia todo, porque una cosa es el amor y otra muy distinta, la del patrimonio que se dispone, porque nunca habrá un amor que no esté sometido a las leyes de lo material, y en esas están los dos personajes. Erksan construye una película tan real como poética, donde cada plano y cada encuadre evidencia la distancia y la cercanía que reside entre Halil y Meral, y ese entorno duro y agreste, donde deja claro la influencia de aquellos años sesenta, la inspiración de los “nuevos cines”, de los Antonioni, de esos paisajes dolientes y desiertos, de esas playas desiertas, donde el mar rompe y desgasta, de esos caminos pedregosos y embarrados en mitad de alguna montaña, o esos lagos, donde el agua es densa y poco clara, rodeados de naturaleza y también, de aislamiento, de ese mundo interior, tan complejo y tan difícil de interpretar, de constantes huidas y (des) encuentros y reencuentros, de diálogos en silencio, de palabras duras y cortantes, de miedos, de inseguridades, de querer alejarse o quedarse para siempre, de saber y no saber, de sentir y no saber qué sentir, de dudas, de incertidumbres, y sobre todo, de amor y otras soledades. 

El cine de Erksan tiene inspiraciones literarias, que se centraba en los problemas de las gentes del campo, convierte esa isla, que no es otra que las Islas de los Príncipes, al sur de Estambul, en Turquía, en la isla del amor, o mejor dicho, en la isla donde nace el amor, primero en forma de retrato/fotografía, que lo emparenta con Jennie (1948), de William Dieterle, y con Laura, de Otto Preminger y La mujer del cuadro, de Fritz Lang, ambas producidas en 1944, donde la obsesión por la imagen de una mujer deviene un trasunto más allá del amor y el deseo, con raíces más profundas donde el sujeto se sacia con la mera contemplación del retrato sin querer ir más allá cuando la mujer se manifiesta en carne y hueso. Pero no sólo están los enamorados Halil y Meral, excelentemente interpretados por Müsfik Kenter y Sema Özcan, respectivamente, componiendo ese amor tan cercano y lejano, ese amor único, ese amor bello e intenso, ese amor rodeado de las circunstancias, y los demás, como Basar, el novio de Meral, al que da vida Süleyman Tekcan, un tipo que recuerda a los matones del cine negro hollywodiense, con su séquito y toda su rabia después que su amor se haya ido con el desconocido pintor de brocha gorda, y también, está Mustafa que interpreta Fadil Garan, una especie de padre-escudero de Halil, un amigo, un confesor y una ayuda, que trabaja con él, y canta con esa voz en la que recuerda a través de su guitarra turca, en la que la melancolía y la memoria se cruzan invocando otros tiempos, otros lugares y otros sentimientos. 

Celebramos la restauración en 4K de Mubi, y la gran idea de Vitrine Filmes de distribuirla para que la historia del cine siga en su proceso de reescritura infinito, y los mortales como yo y todos aquellos que amamos el cine, sigamos disfrutando de miradas, propuestas y reflexiones como Time to Love, y la historia de amor y no amor de Halil y Meral, y su entorno y sus circunstancias. Sólo nos queda añadir que si tienen oportunidad de verla en pantalla grande no duden en hacerlo, porque ahora que estamos rodeados de pantallas de ínfima calidad y tamaño, la calidad y la experiencia que ofrece un cine y su pantalla no es comparable, haganme caso, vale la pena el desplazamiento y disfrutar de esa sensación cuando la sala está a oscuras, la película empieza a proyectarse y el mundo no existe, el tiempo menos aún, y sólo quedan la película y su historia, que nos traslada al lejano año de 1965, a Turquía, y más concretamente a la Islas de los Príncipes, al sur de Estambul, y conocemos una crónica de amor, el amor de Halil y Meral, y la vida adquiere el más profundo de los sentidos, cuando finalice la película será otra historia, pero mientras sigamos disfrutando y sobre todo, soñando con el cine y la vida. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Claudio Zulian

Entrevista a Claudio Zulian, director de la película “La montaña mágica”, en la Sala Laya de la Filmoteca de Catalunya en Barcelona, el jueves 19 de enero de 2023.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Claudio Zulian, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Franco Piavoli

Entrevista al cineasta Franco Piavoli, con motivo de la retrospectiva en el marco de la Mostra de Cinema Espiritual en la Filmoteca de Catalunya en Barcelona, el miércoles 16 de noviembre de 2022

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Franco Piavoli, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, a Lucas por su gran trabajo como intérprete, a mi querido amigo Óscar Fernández Orengo, por retratarnos de forma tan especial, y a Jordi Martínez de comunicación de la Filmoteca, por por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Presentación de la programación Filmoteca de Catalunya 2023

Presentación de la programación Filmoteca de Catalunya 2023 y Balance 2022, con la presencia de Esteve Riambau, director de la Filmoteca, y Natàlia Garriga, Consellera de Cultura, en la Filmoteca de Catalunya en Barcelona, el viernes 16 de diciembre de 2022.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Esteve Riambau y Natàlia Garriga, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y a Jordi Martínez de Comunicación Filmoteca, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad.

Visita guiada a la exposición “Manoel de Oliveira. Fotógrafo”

Visita guiada a la exposición “Manoel de Oliveira. Fotógrafo”, con el comisario de la exposición António Preto, en la Filmoteca de Catalunya en Barcelona, el martes 8 de noviembre de 2022.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a António Preto, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, a mi querido amigo Óscar Fernández Orengo, por hacer la fotografía que ilustra esta publicación, y a Jordi Martínez de Comunicación de la Filmoteca, por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

 

La promesa de Hasan, de Semih Kaplanoglu

UN CUENTO MORAL.

“Hay que ser buenos no para los demás, sino para estar con paz con nosotros mismos”

Achile Tournier

El cine de Semih Kaplanoglu (Esmirna, Turquía, 1963), apareció por estos lares con la bellísima trilogía Yusuf, compuesta por las películas Huevo (2007), Leche (2008) y Miel (2010), donde nos explicaba la vida del citado Yusuf, desde su infancia, su juventud y su madurez, pero a la inversa. Muchos nos quedamos asombrados por su tremenda delicadeza para atrapar el universo rural, sus quehaceres y cotidianidades, a través de un magnífico rigor narrativo, donde la belleza formal se fusionaba con excelencia con el componente moral de sus historias, con unos personajes que siempre se debatían entre aquello que debían a hacer y aquello que deseaban hacer. El cine de Kaplanoglu no es condescendiente con sus personajes y con aquello que cuenta, sino todo lo contrario, se muestra como un observador atento y tenaz, que explica las situaciones y sus conflictos, pero siempre dejando que la condición humana aflore y reparta suerte o desgracia, según se mire.

Con La promesa de Hasan, segunda parte de la trilogía “Promesas”, que arrancó con La promesa de Asli (2019), y se completará con La promesa de Fikret. En la que nos ocupa, tenemos en liza a Hasan, un agricultor obsesionado con la propiedad y lo suyo, que siempre ha de salirse con la suya en el conflicto que tenga entre manos, alguien que no quiere perder ni ceder. Digamos que el macguffin de la película, como mencionaba el gran Hitchcock, no es otro que la instalación de una torre de alta tensión que se ha programado para que se instale en las tierras fértiles de Hasan. Este conflicto que, aparentemente, resultará un obstáculo más, nos sumergirá en la cotidianidad de Hasan, y nos ocupará buena parte de la primera mitad de la película, porque en la segunda mitad, el relato se detendrá en el interior de Hasan, porque planea un viaje a la Meca junto a su esposa Emine, para cumplir el quinto de los pilares del islam, el Hajj, situación que le lleva a rendir cuentas con su pasado y de reencontrarse con los errores que cometió por su egoísmo y avaricia, y visitará a aquellas personas que hizo daño. Entre medias, la película, muy inteligentemente se introduce en el subconsciente de Hasan, y mediante extrañas y acusadoras pesadillas, apalean emocionalmente la mente culpable de Hasan.

El director turco vuelve a contar con el cinematógrafo Özgür Eken, que ya estuvo en Huevo  y Leche, en una magnífica luz en la primera película digital de Kaplanoglu, realizada en 6K y con una Sony Venice que, no solo cuenta de forma estética cada plano, cada encuadre, sino que su paleta de colores que va de la luminosidad hacia la oscuridad, contando el periplo emocional del protagonista, se elabora de manera bellísima y llena de espectacularidad, donde cada detalle y objeto está lleno del particular y tenso descenso de los infiernos que está viviendo Hasan. El gran trabajo de arte de Meral Aktan, que hizo el mismo trabajo en El peral salvaje (2018), de Nuri Bilge Ceylan, y la sensible y certera composición de sonido que hace Seckin Akyildiz, que ha estado en varias películas de Kaplanoglu como Grain (2017), y la mencionada La promesa de Asli (2019), y en la conocida Un cuento de tres hermanas (2019), de Emin Alper, y el extraordinario trabajo de montaje, que realiza el propio director, que amén de dirigir, también escribe y produce, en un estupendo trabajo de contención y pausa, donde lo que importa es testigo sin alardes ni piruetas del viaje emocional y metafísico que experimenta un atribulado protagonistas, condensando con enorme pericia sus más de ciento cuarenta y siete minutos de metraje.

Un gran reparto repleto de caras poco conocidas, tanto en sus personajes de reparto con Gökhan Azlağ como Serdar, Ayşe Günyüz en la piel de Demirci  Nisa y Mahir Günşiray dando vida a Muzaffer, y la maravillosa pareja protagonista que hacen Umut Karadag, con mucha experiencia en televisión, se mete en el rostro de Hasan, y su compañera, Filiz Bozok que da vida a Emine, debutante en el cine, que sirve como reflejo del alma de un atormentado protagonista. Estamos ante una película deudora del lenguaje cinematográfico poético y alejado de modas, narrativas deudoras de la televisión y demás piruetas sin sentido. En La promesa de Hasan vemos y vivimos el cine que hacían Renoir, Rossellini, Tarkovsky, Kiarostami, Erice y el citado Bilge Ceylan, por mencionar a algunos de los más grandes cineastas de la mirada, el tiempo y la poética, sumergiéndonos ya no solo en bellos e inquietantes paisajes, sino en el interior de los personajes, en esos mundos oníricos, filosóficos y llenos de miedos e inseguridades, donde lo más importante no es lo que se cuenta, que sí, sino también, todo aquello que no vemos pero está ahí, aquello que decía Bergman en relación al cine de Tarkovski: “Es el cineasta que mejor me ha transmitido la relación entre realidad y sueño”.

Apaguen todos los aparatos electrónicos que lleven encima, y decídanse a entrar en una sala de cine, y déjense llevar, aunque solo sea por un rato breve, por las imágenes, sonidos y silencios que propone una película como La promesa de Hasan, que les transportará a otros universos camuflados en este, porque entre otras cosas, el relato de Kaplanoglu está construido para saborear el tiempo, para mirar el tiempo, para dejarse llevar por el tiempo, para construir el tiempo que diría Tarkovski, porque es cuando nos detenemos que vivimos intensamente la vida, la vivimos de verdad, mirando todo lo que nos rodea, todas esas pequeñas cosas que están a nuestro lado y nos las miramos por nuestras estúpidas prisas, por nuestros malditos egos, por nuestro estúpido orgullo. Así que, háganme caso y entren a ver una película como La promesa de Hasan porque les va a reconciliar con sus existencias y les hará reflexionar sobre como actuamos con los demás, y el daño que nos hacemos a nosotros mismos. Así que ya lo saben, no lo demoren mucho, porque ya saben cómo va esto del cine en la actualidad, todo va tan de prisa que nos acabamos perdiendo lo que no habría que perderse. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

De qué hablamos cuando hoy hablamos de Historia del Cine? por Santos Zunzunegui en la Filmoteca de Catalunya

Conferencia “De qué hablamos cuando hoy hablamos de Historia del Cine? por Santos Zunzunegui, Catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Basco, con la presencia de Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Catalunya, en el marco de la inauguración de l’Aula de Cinema 2022-23, en la Filmoteca en Barcelona, el miércoles 5 de octubre de 2022.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Santos Zunzunegui, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, a Jordi Martínez de Comunicación de la Filmoteca, por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño, y al equipo de la Filmoteca que ha realizado la grabación. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Presentación 10 ANYS AL RAVAL en la Filmoteca de Catalunya

Presentación 10 ANYS AL RAVAL en la Filmoteca de Catalunya, con la presencia de su director Esteve Riambau, Natàlia Garriga, Consellera de Cultura e  Inés Toharia Terán, directora de la película “Film, the Living Record of our Memory”, en la Filmoteca de Catalunya en Barcelona, el lunes 21 de febrero de 2022.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Esteve Riambau, Natàlia Garriga e Inés Toharia Terán, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y a Jordi Martínez de Comunicación Filmoteca, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Presentación de LA AMERICANA FILM FEST con Steve James y Denis Côté

Presentación de LA AMERICANA  FILM FEST con la presencia de los cineastas Steve James y Denis Côté, Xavi Lezcano y Josep Maria Machado (directores del festival) y Mireia Sanahuja de la Filmoteca, en la Filmoteca de Catalunya, el lunes 2 de marzo de 2020

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Steve James y Denis Côté, por su tiempo, generosidad y cariño, a la fantástica labor como intérprete de Carlos Ulecia, a Ana Sánchez de Trafalgar Comunicació y a Jordi Martínez de Comunicació Filmoteca, por su tiempo, paciencia y cariño.

Entrevista a Teresa Font

Entrevista a Teresa Font, montadora de Terry Gilliam, Pedro Almodóvar, Vicente Aranda, entre otros, con motivo del ciclo dedicado a Terry Gilliam “Un visionari quixotesc”, en la Filmoteca de Catalunya en Barcelona, el martes 12 de marzo de 2019.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Teresa Font, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño,  y a Jordi Martínez de Comunicación Filmoteca,  por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño.