Entrevista a Cristian Beteta

Entrevista a Cristian Beteta, director de la película «Mi zona», en una de las aulas de la EASD Josep Serra i Abella en L’Hospitalet de Llobregat, el lunes 9 de diciembre de 2024.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Cristian Beteta, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Eva Calleja de Prismaideas, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Noemí dice que sí, de Geneviève Albert

LA NIÑA QUE NADIE QUIERE.  

“La prostitución es la más horrible de las aflicciones producidas por la distribución desigual de los bienes del mundo”.

Flora Tristán 

La niña protagonista podría ser una más de las niñas que aparecen en las películas de los hermanos Dardenne. Niñas desamparadas, descarriadas, no queridas, solas en el mundo, pero que no se conforman con el cruel destino que les ha tocado vivir, sino que siguen en la lucha, trabajando diariamente para, a pesar de los pesares, seguir adelante, construyéndose un destino mejor, aunque raras veces lo consiguen. La película está contada a través de la mirada de Noemí, una niña de 15 años que desea vivir con una madre que pasa de ella, tampoco se adapta a la mecánica del centro de menores en el que reside, como demuestra la estupenda secuencia que abre la película. Su única salida es escaparse y reencontrarse con Léa, una antigua compañera del centro, que ahora vive con un par de proxenetas y ladronzuelos que la prostituyen como escort. Así que, Noemí en sus ansias de huida, acabará en ese submundo, donde el cuerpo se emplea para el disfrute de hombres que encuentran en estos servicios una forma de demostrar hombría, poder y sometimiento a unas mujeres que ni conocen ni les importan. 

La ópera prima de la directora canadiense Geneviève Albert, que hace su puesta de largo con un película de denuncia (la edad media de entrada en la prostitución en Canadá es de 15 años), durísima y descarnada, que nos sumerge en ambientes sucios y malolientes, donde jóvenes viven del hurto y de la ilegalidad para compar productos lujosos y llevar una vida a tutti plen. Noemí está en continua huida, no para de correr mirando hacia atrás, y encuentra en Léa una forma de vida diferente al del centro, o al menos eso cree. Huye de un fuego y se mete en un fuego mayor, porque allí conoce a Zach, del que se enamora, o quizás es el primero que la cuida un poco. Éste la introduce en la prostitución con meras promesas de futuro para ambos, aprovechando el Gran Premio de Montreal de Formula 1 donde sacarán 300 dólares el polvo de hombres ávidos de sexo y borrachera. Noemí por amor o por un futuro lejos de una vida dura y triste como la que ha tenido hasta ahora, accede a prostituirse donde será golpeada, vejada, humillada y tratada como una mierda. Noemí aguanta como puede, hundida en la miseria, más sola que nunca, como refleja esos momentos de espera en la habitación de lujo en el hotel, con esas cortinas cortadas a modo de barrotes que ejemplifica su penosa situación. 

Una película bien filmada que nunca cae en el maniqueísmo ni en la porno miseria,  con una excelente cinematografía de Léna Mill-Reuillard que a través del rostro de Noemí consigue mediante planos cortos y cerrados sumergirnos en esa atmósfera de agitación y tensión constantes en el que viven este grupito, donde lo físico es primordial en sus existencias, a la caza del nuevo golpe y la caza de clientes para sus “chicas”, donde no hay valores humanos ni nada que se le asome. La música importantísima en la película desde la composición de Frannie Holder, que sabe capturar las emociones vaivenes de Noemí, metida en la tesitura de agradar a su chico y someterse a su vida, con el acompañamiento de los temas punk que escucha la protagonista, una vía de escape para esos momentos heavys, en contrapartida con el rap de su chico, que evidencian las grandes diferencias entre lo que quiere uno y sufre la otra. Al igual que el buen trabajo de montaje de  Amélie Labrèche, que no lo tenía nada fácil en una película de casi 2 horas de metraje, aunque bien llevada, con gran ritmo y detalle con esos inteligentes planos de las secuencias de sexo donde sin ver nada lo vemos todo, para contarnos este implacable y desolador descenso a los infiernos.

El magnífico trabajo de la joven casi debutante Kelly Depeault en la piel de la desdichada Noemí, una de esas niñas que nadie quiere y si encuentra un poco de cariño siempre es a costa de sufrir y pasarlo mal. Una durísima existencia en la que muchas se ven obligadas a sobrellevar como pueden. o sea muy mal. Le acompañan otros debutantes como Emi Chicoine como Léa, su amiga y resignada a esa no vida de vacío, prostitución y violencia continuas, y James Edward Metayer en la piel de Zach, un delincuente y proxeneta metido en una vida criminal y sin futuro y Maxime Gibault como Slim, otro proxeneta y violento y chico de Léa. La película Noemí dice que sí viene a recordarnos la podredumbre de las sociedades en las que transitamos diariamente, donde la desesperación de unos es aprovechada como beneficio para otros, y sigue así desde tiempos ancestrales. Tiene la película algunas referencias con Joven y bonita (2013), de François Ozon, en la que una niña de 17 años se prostituía y se encontraba con esa maldad oculta de los seres humanos. Seguiremos la pista de la cineasta Geneviève Albert porque su primera película nos ha seducido enormemente porque cómo cuenta y qué cuenta abriéndonos los ojos a una triste realidad que sucede en muchos rincones de este planeta. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Iban del Campo

Entrevista a Iban del Campo, director de la película «Sorbeltza», en el marco del D’A Film Festival en los Jardins de Mercè Vilaret en Barcelona, el viernes 31 de marzo de 2023.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Iban del Campo, por su tiempo, sabiduría, generosidad, a la cineasta Silvia Rey, por las gestiones y su amistad, y al equipo de comunicación del D’A Film Festival, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Velasco Broca

Entrevista a Velasco Broca, director de la película «Alegrías riojanas», en el marco del Sitges International Film Festival, en el Hotel Melià Sitges, el martes 11 de octubre de 2022.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Velasco Broca, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, a mi querido amigo David del Fresno, por retratarnos de forma tan especial, y a Andrés García de la Riva de Nueve Cartas, por por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Mario Hernández y Salva Reina

Entrevista a Mario Hernández y Salva Reina, director y actor de la película «Tregua(s)», en la terraza del Hotel Pulitzer en Barcelona, el miércoles 20 de septiembre de 2023.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Mario Hernández y Salva Reina, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y a Íñigo Cintas y Andrés García de la Riva de Nueve Cartas comunicación, por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Tregua(s), de Mario Hernández

LO QUE SOMOS, LO QUE FUIMOS Y LO NUNCA SEREMOS.  

“Alcanzó el paraíso que pueblan todos los amantes de todos los tiempos, el mundo al fin entrelazado de dos seres diversos que, por un instante, creen dejar atrás la soledad”.

“Contra el viento”, de Ángeles Caso. 

La comedia romántica de nuestros días, por lo general, se ha instalado en una especie de pleitesía hacia el público, ofreciendo películas de corte muy superficial, con historias políticamente correctas, con el afán de agradar sin agredir, es decir, que todo el mundo salga de verla con la sonrisa, sin haber reflexionado una pizca de nada de lo que le han propuesto, porque la propuesta, valga la redundancia, está únicamente construida para eso mismo, para agradar y no pensar en nada, pasar el rato o perderlo, según el caso. Por ese motivo, comedias románticas como Tregua(s), se agradecen y mucho, porque se salen de lo fácil y del producto, para indagar en otros territorios de la complejidad de la condición humana, en su apartado más complicado como los sentimientos y las emociones. Tenemos a dos personajes, a dos almas, Ara y Edu. Ella, actriz de renombre con una relación de dos años. Él, un guionista sin más, también con una relación de tiempo. A pesar de la aparente felicidad que tienen con sus parejas, Ara y Edu hace una década que son amantes intermitentes. Cuando coinciden en festivales o eventos, comparten sexo, confidencias y ese oasis de descanso de sus vidas reales o no. 

Mario Hernández (Albacete, 1988) ha hecho carrera como dramaturgo y director en el teatro, y ha dirigido cortometrajes documentales y de ficción como Por Sifo (2016), protagonizado por Salva Reina, que aquí actúa además como coproductor, y actor protagonista junto a Bruna Cusí, construye su ópera prima a partir de un guion y una dirección sencilla, sin adornos ni artificios, acotada a una noche que se va alargando, apoyándose en la palabra y en todos los silencios que esta causa. La película se destapa como una atrevida y agitada comedia romántica cómo se hacían antes, con el regusto del Hollywood clásico, salvando las distancias, por supuesto, con aquellas adorables historias llenas de personajes afilados, de mundo, y ambiguos, que deseaban a la par que dudaban de sus sentimientos, películas que hicieron grande el género y a día de hoy son referentes incuestionables, y películas sobre el amor y los amores que también se les dan a la cinematografía francesa. Tregua(s) también se nutre de ese cine-diálogo donde lo importante es tanto lo que se dice como lo que se calla, con esas conversaciones donde la pareja protagonista se dice de todo, y de más allá, atrayendo, retando y vacilando al que tienen delante. Un (des)encuentro en el que hay sexo, palabras, y sobre todo, pasado, un pasado que viene a recordarles que su relación o su amor pende del siguiente (des) encuentro o no. 

Dividida en tres tramos muy diferenciados. El primero es una habitación de hotel, donde los espejos juegan un rol fundamental que describe sin palabras, todo lo que son esta singular pareja, lo que comparten, lo que no y en qué punto están. El segundo tramo sucede entre un bar y la calle, con ese juego infantil entre ellos, y luego, los reproches, los absurdos y la distancia. Y el último, la terraza del hotel, donde la ciudad de Málaga queda abajo, y ellos arriba, o quizás es al revés, en que tanto uno como otro esconden lo que sienten, se divierten, beben y hacen ver lo que son, los que les gustaría ser y tal vez, lo que nunca serán. Un gran trabajo de cinematografía que firma Alex Bokhari, que tiene en su haber estado en los equipos de series tan potentes como El ministerio del tiempo, La casa de papel y The Crown, entre otras, el exquisito y rítmico montaje de Dani Aránega, del que hemos visto películas como la reciente Asedio, y la serie Parot, firma una edición complicada por tratarse de una película apoyada a través del diálogo, que en ningún momento se hace pesada ni sensiblera en sus 90 minutos de metraje. 

Si tuviéramos que destacar la parte fundamental de la película esa no sería otra que su espectacular pareja protagonista, con el citado Salva Reina, del que hemos visto su acertado trabajo en comedias de otra índole, aquí se destapa como un tipo cansado y aburrido de su trabajo como guionista, y esas cosas del negocio que hacen odiar a uno su pasión. Alguien que se ríe de sí mismo y constantemente hace bromas para no enfrentarse a una realidad que prefiere esquivar para no mentirse más de lo que lo hace. A su lado, frente o quizás, junto a él, tenemos a Bruna Cusí, que decir de una de las mejores actrices de su edad del país, y no lo decimos por quedar bien, sino por muchas razones, por su mirada, esos momentos que nos regala en la película, por cómo habla y cómo dice los diálogos de su personaje, y ´como está tan perdida y vacía como su partenaire. Tregua(s) es una película de producción sencilla y pequeña, pero muy grande en su forma y fondo, sin caer en lugares comunes ni condescendencia al público, sino haciendo una película honesta y sencilla, como las grandes películas. 

Tregua(s) es una historia que engancha por su aparentemente sencillez, peor que oculta e irá emergiendo toda una retahíla de aspectos relaciones con el amor o no, las relaciones personales, las ajenas y las propias, y todo lo que somos, lo que nos gustaría ser y lo que nunca seremos, todas las mentiras que decimos a los demás, a nosotros mismos, y sobre todo, aquello que escondemos a los demás y a nosotros, y todas esas cosas que un día fuimos y quisimos, y ahora, se nos ha olvidado y lo más grave, no es que ya no seamos, es que queremos autoconvencernos que en algún lugar y junto a alguien, todo está esperando para cuando lleguemos nosotros. En fin, una comedia romántica, donde nos reímos, nos entristecemos y también, reflexionamos sobre muchas cosas, pero sobre todo, sobre nosotros mismos, eso que casi nunca hacemos. Véanla, por favor, si tienen ocasión en su ciudad, y cuando lo hagan, la recomendarán, y les diré porque, porque todo lo que le habían contado acerca del amor, verán que no saben nada, o quizás, saben demasiado, y ahora sólo queda, que sean honestos con los demás y con ustedes, aunque sea durante un rato cada día. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Bruno Gascon

Entrevista a Bruno Gascon, director de la película «Sombra», en el marco del BCN Film Fest, en el Hotel Seventy en Barcelona, el sábado 17 de abril de 2021.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Bruno Gascon, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y al equipo de comunicación del Festival, por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Ana Moreira

Entrevista a Ana Moreira, actriz de la película «Sombra», de Bruno Gascon, en el marco del BCN Film Fest, en el Hotel Seventy en Barcelona, el sábado 17 de abril de 2021.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Ana Moreira, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y al equipo de comunicación del Festival, por su amabilidad, generosidad, tiempo y cariño. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA