La huella del doctor Ernesto Guevara, de Jorge Denti

la-huella-del-dr-ernesto-guevaraAVENTURA Y CONCIENCIA

Sobra decir que la figura del emblemático revolucionario Ernesto “Che” Guevara ha sido y seguirá siendo materia de estudio tanto para investigadores, estudiosos y cineastas. Basadas en este carismático personaje ya habíamos visto tanto películas documentales o de ficción, como el díptico que le dedicó Steven Soderbergh, con Benicio del Toro encarnando al guerrillero, donde explicaba sus andanzas y desventuras durante su época de revolucionario, también vimos Diarios de motocicleta, de Walter Salles, donde descubríamos los viajes de juventud por Latinoamérica que concienciaron al joven doctor y lo condujeron a su destino vital.

Jorge Denti (Argentina, 1943), pero exiliado y luego instalado en México, vuelve por los pasos de Salles. Si aquel nos presentó aquellos viajes de forma ficcional con el protagonista Gael García Bernal, ahora Denti (experimentado documentalista que ha hecho películas sobre figuras tan importantes de la literatura latinoamericana como Mario Benedetti, Eliso Diego…) nos invita a viajes junto al joven Ernesto Guevara de la serna y sus compañeros, a subirnos a una bicicleta, a lomos de una motocicleta, en tren cruzando cerros y desiertos, a surcar los mares y océanos en una balsa de madera, en automóvil por calles y plazas, o incluso subir cuestas y picos en un burro, sumergiéndonos en aquellos viajes que el joven médico desarrolló durante los años 1952-1953, con la compañía de sus dos amigos de la infancia, Alberto Granado (que tiene una breve aparición en la película, y que además el film está dedicado a su memoria) y Carlos “Calica” Ferrer. La película documenta de un modo veraz e interesante las rutas, trayectos e itinerarios del joven argentino, ayudándose de su diario, donde se van relatando lo sucedido, también las fotografía que se fueron tomando, y la correspondencia del joven doctor con su madre, su tía Beatriz y una compañera de estudios Bertha “Tita” Infante, además de los testimonios de aquellos que lo conocieron y tuvieron la oportunidad de compartir aquellos instantes de juventud inquieta y curiosa, que lo llevó a conocer una realidad triste y durísima que le cambió su vida para siempre.

El documental alcanza las dos horas de metraje, todo está en su sitio, nos describe minuciosamente todos aquellos momentos tan importantes en la vida del guerrillero, las personas que conoció, y los lugares que vio y como todo aquellos alcanzó su conciencia y le llevó a enrolarse en la revolución cubana. Una cinta que atrapa tanto a nivel histórico como a nivel político, quizás para los conocedores de la vida y obra del Che, la película les descubra algún dato que habían olvidado o dejado pasar, pero a grandes rasgos no les aportará ningún dato significativo que seguramente ya conocían. Para los otros, los que sólo se han interesado por el revolucionario (que tristemente la maquinaria nefasta y superficial de la publicidad ha acabado convirtiendo en una especie de icono de protesta y reivindicación, que utilizan vilmente como reclamo económico), descubrirán historias y anécdotas jugosas que les llevarán a conocer a la persona que había detrás, al ser humano joven, inquieto y extraordinariamente curioso, enfermo de asma, e inteligente investigador de dolencias alérgicas, que tenía unas inmensas ganas y ansías de conocerse y conocer a los que le rodean, siempre manifestando una actitud humilde y cercana.

Gett: El divorcio de Viviane Amsalem, de Ronit y Shlomi Elkabetz

254221.jpg-r_640_600-b_1_D6D6D6-f_jpg-q_x-xxyxxUNA MUJER SOLA

Gett, es una palabra hebrea que significa “papeles de divorcio”. Los hermanos Ronit y Shlomi Elkabetz vuelven a ponerse tras las cámaras para cerrar su trilogía sobre la emancipación de la mujer en Israel, a través de su protagonista, Viviane Amsalem, (personaje que encarna la propia directora Ronit Elkabetz, portentosa y fascinante su composición). Trilogía que arrancaron en el 2004 con To Take a Wife, donde Viviane, quería separarse de su marido, pero sus hermanos la persuadían para que no lo hiciera. A continuación, en el 2008, presentaron  Los siete días, donde situaban a una familia velando el cadáver de uno de los suyos, y finalmente la que nos atañe.

 La trama es sencilla, Viviane lleva años separada de su marido Elisha, pero ahora quiere un divorcio legal para ser completamente libre y empezar una nueva vida. La cuestión radica en una incomprensible y abusiva ley hebrea que dicta que el divorcio sólo es posible si el marido da su consentimiento. El dispositivo de los realizadores hebreos es simple y contundente, unos pocos personajes que utilizan tres idiomas (hebreo, árabe y francés), el matrimonio en litigio, los respectivos abogados, y los testigos –familiares y amigos- que bajo sus testimonios contradictorios y complejos se desatan en una radiografía particular y honesta de la situación social en Israel. Una estructura formal que encierra a los personajes en las cuatro paredes de la sala de juzgados, apenas hay algunos planos de los pasillos de afuera, dotando a la trama de una atmósfera opresiva y muy asfixiante. Bajo este yugo de mise en scène, donde el tratamiento del punto de vista entre los personajes alcanza cotas de virtuosismo y grandeza, colocando a cada uno de ellos frente al otro y así mismo, apoyándose en sus gestos y miradas sostenidas. Una elaborada trama sobre la obstinación de una mujer frente a la inflexibilidad de su marido y de unos rabinos/jueces que justificarán la ley religiosa frente a ella, poniéndose de parte del marido que tiene las de ganar. Un marido que se empeña en continuar con su mujer y que ésta vuelva al hogar familiar.

 Durante los cinco años que transcurren desde el comienzo del proceso hasta que se da por zanjado. Uno de los aciertos de la película, es la montaña rusa de tono y perspectivas de su andamiaje, pasamos del relato noir, en algunos momentos nos encontramos frente a una de terror, en otros se impone la comedia, donde el absurdo de la situación adquiere situaciones de auténtico ridículo y farsa. Un cuento cotidiano donde la intolerancia religiosa se ve incapaz de respetar los deseos y libertades individuales de la mujer, que se encuentra inmersa en una locura kafkiana que convierte su demanda en una condena, y su existencia en una cárcel donde es tratada y vejada como si fuera una presa. Una historia cruel y terrorífica que nos habla de la terrible situación en la que se encuentran muchas mujeres en el mundo, donde la religión las ha anulado completamente, convirtiéndolas en seres invisibles e indefensos, donde las pocas salidas que tienen son las de luchar hasta la saciedad sin desfallecer en su vía crucis particular, porque el objetivo del estado no es otro que alargar los procesos para que el agotamiento se apodere de las demandantes, y así éstas se retiren y vuelvan a su hogar, y sigan siendo un ejemplo de esposas (in)felices y sometidas a la voluntad marital.

 

Selma, de Ava DuVernay

selma_34131I HAVE A DREAM

En Lincoln (2012), Steven Spielberg centraba su mirada sobre la figura de Abraham Lincoln, reconstruyendo uno de los momentos cruciales de la historia de los EE.UU., cuando en 1865, en plena contienda de la Guerra Civil, el mandatario luchó lo indecible, ofreciendo bienes y todo tipo de recompensas a sus adversarios políticos, para que votaran a favor de la 13ª enmienda que prohibía la esclavitud, que finalmente consiguió aprobar. La realizadora afroamericana Ava DuVernay (EE.UU., 1972) en su tercer trabajo, centra su relato un siglo después, en 1965, en otro momento histórico para la comunidad afroamericana estadounidense. Cuando el pastor bautista y activista político Martin Luther King Jr. (1929-1968) emprende una protesta pacífica por los derechos civiles, con el fin que se apruebe una ley que permita a los negros votar libremente como ciudadanos de pleno derecho. La marcha del domingo 7 de marzo de 1965, que partió de Selma a Montgomery, en el estado de Alabama, que acabó con los manifestantes apaleados y alguno de ellos asesinado, por un destacado grupo de policías y una muchedumbre blanca que los esperaba para detener su marcha. La película habla de todos estos momentos históricos, centrándose en la figura del Dr. King, y sus colaboradores, las dudas y miedos de un hombre amenazado por los radicales, que padeció atentados y todo tipo de boicots para frenarle en su deseo de libertad para los suyos. Sigue el relato de los biopic reivindicativos, aunque su línea se bifurca ofreciendo propuestas y alternativas en otros términos. Película asentada sobre una mirada crítica y humana hacía todo el movimiento, los continuos debates y diferentes puntos de vista de la manera de afrontar la lucha de los diferentes grupos y asociaciones, la postura del líder negro Malcolm X, más radical e impetuosa, todos ellos bajo la inteligencia y la paciencia de un Luther King, que maneja como puede su liderazgo y la intimidad del hogar, alejado de su mujer e hijos. La película nos muestra el otro pensamiento, la postura blanca, el retrato que se hace del presidente Lyndon B. Johnson, que sustituyó al asesinado Kennedy, como un hombre atrapado entre sus propios intereses económicos blancos, y la injusticia hacía los negros. También, nos presentan la figura del gobernador del estado, el racista George Wallace, que hace los imposibles para que el movimiento se reduzca utilizando la violencia. Estamos ante una obra honesta y sincera, sencilla en su planteamiento, y formalmente clásica, de ritmo pausado, haciendo hincapié en todo aquello que resulta contradictorio y complejo. La figura de King está retratada de una forma similar a como Spielberg retrató a la de Lincoln, un hombre de su tiempo que dijo NO a la injusticia y no cesó en su idea para que su nación avanzase poblada de hombres libres que se les reconociera como seres humanos. Destacar el enorme y brillante trabajo  de David Oyelowo, componiendo un King de claroscuros que se debate entre el hombre y el activista líder que pone en pie a la gente, lo acompañan los efectivos Tom Wilkinson y Tim Roth, la mirada y humanidad que desprende el trabajo de Carmen Ejogo como mujer de King, y la presencia de Oprah Winfrey (productora de la cinta), que protagoniza uno de los momentos tristes de la película, cuando se inscribe para votar y el funcionario blanco la desprecia cruelmente. La incipiente carrera de DuVernay está rompiendo barreras, alzándose con premios o siendo nominada por primera vez en categorías que habían ignorado el trabajo de los creadores de raza negra. Su anterior trabajo, Middle of nowhere (2011) se alzó con el premio en Sundance, y con Selma, se ha convertido en la primera vez nominada a los globo de Oro, y en los Oscar, la película ha sido considerada al premio. Logros para una directora que  acomete una película interesante, difícil y didáctica sobre la reciente historia de los EE.UU., una película necesaria y desgraciadamente de rabiosa actualidad, como atestiguan los recientes hechos de Ferguson (Missouri), donde el asesinato de un joven negro por disparos de un policía blanco, provocaron un estadillo de protestas y violencia en varias poblaciones. Desde aquella marcha y protestas, donde se consiguió abolir una ley injusta y fascista, se ha caminado mucho, pero viendo estos casos, todavía queda mucho por caminar.

Entrevista a Èrika Sánchez

Entrevista a Èrika Sánchez, directora de “Mai és tan fosc». El encuentro tuvo lugar el Martes 20 de enero en Barcelona, en una cafetería de la Plaza del Sol del barrio de Gràcia.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Èrika Sánchez, por su tiempo y sabiduría, y a Daria Esteva, productora de la película, por su amistad, generosidad y paciencia.

Entrevista a Marcos M. Merino

Entrevista a Marcos M. Merino, director de “ReMine. El último movimiento obrero». El encuentro tuvo lugar el Domingo 23 de noviembre en Barcelona, en el hall del Teatre CCCB, durante la XXI L’Alternativa. Festival de Cinema Independent de Barcelona.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Marcos M. Merino, por su tiempo y sabiduría, a L’Alternativa y La Costa comunicación, por su generosidad y paciencia, a Pau Pérez, autor de la edición, por su trabajo y complicidad, y a un miembro del staff del Festival, que amablemente tomó la fotografía que ilustra esta publicación.