Entrevista a Carles Cases y Matías Boero Lutz

Entrevista a Carles Cases y Matías Boero Lutz, intérprete y actor de la película «Los intocables de Carles Cases», en el Café Salambó en Barcelona, el miércoles 10 de abril de 2024.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Carles Cases y Matías Boero Lutz, por su amistad, tiempo, sabiduría, generosidad, a Alba Sala, y a Sylvie Leray de Reverso films, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Los intocables de Carles Cases, de Matías Boero Lutz

EL MÚSICO QUE ACARICIA EL ALMA. 

“El arte es una forma de escapar de la realidad y explorar nuevos mundos”. 

Ennio Morricone 

Recuerdo que la primera vez que escuché una composición de Cases fue en la película El perquè del tot plegat (1995), de Ventura Pons, cuando la vi en el cine. Era el tema «Voluntat», que durante mucho tiempo tarareaba sin parar. Hay muchas formas de encarar el retrato a través de una película. Podemos hacerlo  de muchas formas, texturas y elementos, aunque también enfocarlo a través de la tendencia general a la hora de encarar un proyecto de estas características, cuando los creadores suelen optar por filmar algunos conciertos en vivo, tirar de un archivo rico, mediante imágenes y documentación, para contextualizar su obra y sus orígenes, recoger testimonios de los más allegados y los compañeros de fatigas que ofrecen una visión diferente y peculiar y dan voz al retratado en cuestión. Seguramente estarán pensando en muchos de esos reportajes televisivos hechos para homenajear al personaje en cuestión y sobre todo, rellenar la parrilla. En contadas ocasiones, el esquema citado parece revolverse a su destino convencional, y sin conocer los motivos, la obra en cuestión emerge en otra cosa, en una película que huye del formato convencional de televisión, para adentrarse en un territorio mucho más íntimo, profundo y revelador. 

Sin pecar de entusiasmo excesivo, la película Los intocables de Carles Cases es una de esas obras que, a pesar de su formato lineal y esperado, se erige como una película especial, el retratado lo es y mucho, porque es un tipo que transmite su humildad, su humanidad y su forma de hacer música y menearse en un mundo tan lleno de egos y conflictos. El director Matías Boero Lutz, que ya se había fogueado en varios cortometrajes, amén de en ramas como la distribución y exhibición, y en equipos de producción como Los fantasmas de Goya, de Milos Forman. Un trotamundos en el cine que debuta con una película sobre el músico citado, un Carles Cases (Sallent de Llobregat, 1958), con una impresionante trayectoria junto al músico Lluís Llach durante ocho años como teclista, y más de 80 películas en un período de 25 año de trayectoria componiendo para cineastas de la talla de Ventura Pons, Gonzalo Suárez, Antoni Verdaguer, Jaime Chávarri, etc…, que muchos de ellos ofrecen su testimonio a la película, así como el citado Llach, a parte de infinidad de composiciones de autores clásicos o más modernos como Ennio Morricone (1928-2020), con el que colaboró con el escritor cinematográfico Àlex Gorina.

Conocemos a un tipo muy especial y espiritual, que aprendió la música mientras tocaba, sin casi formación musical, con un aura muy hacia dentro, de recogimiento, con alma monacal sin  ser creyente, sino uno de esos seres que cuando componen o tocan se elevan y son todo para la música, porque sin ella no son nada. La película se repasa su trayectoria haciendo saltos del presente al pasado y viceversa, viajando a todos esos lugares e instantes, desde lo más cercanos como los más lejanos, en una película de corte convencional, pero rica en detalles, matices y profundidad, porque estamos frente a un Cases que tiene un carácter muy propio, de vida muy rica y sencilla, y a la vez, un loco del piano y de su música, un tipo rara avis en un mundo más empobrecido espiritualmente que se ha narcotizado a base de materialismo estúpido y banal. Alguien como Carles Cases es de esas personas de las que se aprende muchísimo, aunque no tengan ánimo de enseñar nada y mucho menos de demostrar cualquier cosa, basta con escucharles que no es poco, y también observarlos, porque sin hablar ya dicen y enseñan mucho, porque no lo pretenden y lo consiguen. 

No todo en la película son “flors i violes”, sino que también hay espacio para la oscuridad y la tristeza: los encontronazos con directores, que alguno le llevó a su ostracismo, sus adiciones que casi lo retiran de la vida y la música, y la parte de paro forzado cuando nadie lo llamaba y los conflictos interiores le consumieron, y otros menesteres. Los espectadores vamos descubriendo con la pausa y el reposo que impone una película que no tiene prisa, yéndose a los 101 minutos de metraje, porque no sólo retrata a su personaje, sino que también quiere escucharlo y descubrirlo, para muchos que lo conocían de pasada y aquí lo verán en todo su mundo y sus mundos, que no son pocos ni nada convencionales. Un título que es toda una declaración de intenciones por donde irá la película, y lo que quiere transmitir a su público, que es recogerse en sus imágenes, escuchar la música de Cases y sentirla o no, aunque creemos que es casi imposible no emocionarse con una música y un músico que no sólo ama lo que hace, sino que se esfuerza con tesón, sacrificio y paciencia para llegar a lo más profundo del alma. 

Una película que no está muy lejos de otras como el documental Canto cósmico. Niño de Elche (2021), de Leire Apellaniz y Marc Sempere Moya, sobre el iconoclasta y revolucionario músico flamenco y lo que haga falta, y la más reciente La estrella azul, de Javier Macipe, ficción sobre el músico zaragozano desaparecido Mauricio Aznar. Tres claros ejemplos de acercamiento a músicos nada convencionales, revolucionarios en su tiempo y de cualquier tiempo, que sienten el arte y la música a través de todo lo que le rodea, explorando infinidad de músicas, de espacios, de terrenos, de texturas y de lenguajes y de innumerables propuestas y diálogos. Son humanistas de la vida, de los sentimientos y de todas aquellas cosas que a la mayoría se les ha olvidado, o lo que es peor, que ni tan siquiera saben que existen, y se pierden en lo inmediato, en el placer efímero, olvidando que el placer y el deseo no nacen de lo físico sino de los espiritual, y la música es un buen aliado para dejarse llevar, para adentrarse en otros espacios que no vemos a simple vista, que debemos pararnos y descubrirlos y emocionarnos con ellos, y con todo eso que la música transmite y no son de este mundo ni de ningún mundo que sepamos racionalmente, son otros mundos invisibles que están en este y sólo con la música podemos sentir y transportarnos a otros lugares de nuestro interior. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Sandra Reina

Entrevista a Sandra Reina, directora de la película «El bus», en el marco de la Mostra Internacional de Films de Dones en Barcelona, en la terraza del Café Librería La Central Raval en Barcelona, el viernes 9 de junio de 2023.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Sandra Reina, por su tiempo, sabiduría, generosidad y a Teresa Pascual y Anne Pasek de Comunicación de la Mostra, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA