Al otro lado del muro, de Christian Schwochow

al-otro-lado-del-muroLA LIBERTAD VIGILADA

Desde la aparición en el 2006 de La vida de los otros, de Florian Henckel von Donnersmarck, otros cineastas jóvenes han planteado sus películas abordando temas y situaciones de cómo era la vida cotidiana de los habitantes de la RDA. En el año 2012, Christian Petzold con Bárbara, y la pareja Georg Maas y Judith Kaufman en Dos vidas, retrataron aquellos años duros y oscuros de la Alemania del este. Ahora, se suma a esta terna el cineasta Christian Schowochow, nacido en la RDA en 1978, que junto a su madre, Heide Schowochow, escribieron el guión basándose en la novela Lagerfeuer, de Julia Franck. La tercera película dirigida por el realizador arranca con Nelly Snef, una mujer joven y atractiva, que huye de la RDA junto a su hijo Alexej. Ambos llegan a la Alemania del oeste y son internados en un centro de acogida hasta que sean capaces de regularizar su situación.

Entre 1949 y 1990 abandonaron la RDA aproximadamente unas cuatro millones de personas para empezar una nueva vida occidental. Nelly y su hijo Alexej escapan para deshacerse de recuerdos, para olvidar, como dice Nelly. Su vida en la RDA, que siempre la conoceremos en off, se ha convertido en un infierno, Wassilij, su marido, soviético de nacimiento, ha muerto en un accidente, y la Stasi, servicio secreto del este, no la ha dejado en paz,  y Nelly ha tomado la decisión de traspasar el muro e iniciar una nueva vida de cero. Pero, si había dejado el este huyendo de la persecución estatal, en el oeste se tropieza con el servicio secreto aliado, con los agentes estadounidenses al frente, que también quieren saber cosas sobre su ex marido fallecido. La atosigan a preguntas, retienen sus documentos para obtener información de su pasado en el este. Nelly y su hijo, se sienten perseguidos y espiados constantemente, las dificultades con las que tiene que lidiar a diario se alejan considerablemente de la idea que tenía de Alemania del oeste, de un país libre y democrático. Nelly encontrará apoyos con otros refugiados que esperan con esperanza que la maldita burocracia les deje respirar y así tener una vida mejor. Algunos de los internos se debaten en volver a la RDA o seguir en el centro esperanzados en salir de allí con un trabajo. Tiempo de tránsito y de amargura en la que Nelly y su hijo encontrarán ayuda y comprensión en Hans, un interno que lleva dos años en el centro, y muchos sospechan que se trata de un espía de la RDA. Ante estas hostilidades, la fuerza y la lucha constante de la joven serán necesarias para seguir en pie y no desfallecer en ningún momento.

Película contundente y sobria, que realiza un retrato realista y crítico con la forma de gestionar la llegada del inmigrante (problema tristemente de actualidad) y sobre todo, la actitud fascista de los gobiernos, presumiblemente demócratas hacía los recién llegados. Una cinta cruda y fascinante a la vez, que goza de la hermosísima interpretación de Jördis Triebel, que aporta a su personaje toda la desnudez (en algunos casos de la trama completamente explícita) y la complejidad de un personaje que arranca derrumbado pero que a medida que avanza la película se destapará y empezará a decir no, a ponerse en pie y que se respete su decisión de olvidar y no conocer la verdad, dejando atrás un pasado que pertenece a la RDA, y no quiere que nada ni nadie le quite el sueño de seguir luchando por una vida mejor en paz y tranquila.

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