Socotra, la isla de los genios, de Jordi Esteva

socotra_la_isla_de_los_genios-253604913-largeEL ALMA DEL TIEMPO.

“… Detrás de los volcanes, Hugh podía ver cómo se acumulaban nubes de tempestad: “¡Socotra!”, pensó, “mi isla misteriosa del mar Arábigo, de donde procedían el incienso y la mirra y adonde nadie ha llegado jamás”…

Malcolm Lowry, “Bajo el volcán”

La película se abre con una imagen fascinante y poderosa, una imagen que parece filmada en otro tiempo y en otro lugar, en la que vemos la quietud de un lago al amanecer en primer término, con un conjunto de árboles al fondo, mientras cruza el cuadro un ave que camina con su parsimonia habitual. La imagen se complementa con el canto de un habitante de ese lugar. Un paisaje perdido en la historia, oculto de miradas curiosas, situado en una isla remota del océano Índico, entre Somalia y la península de Arabia, que pertenece al Yemen del Sur. Un lugar mágico, envolvente, y ancestral que parece de otro mundo, de otro planeta, alejado de todo y todos, en el que todavía pervive una cultura antigua, una manera de vivir y respirar en contacto con la naturaleza y la tierra que rodea a sus habitantes, que continúan hablando el socotri, una lengua sudarábiga, una lengua emparentada con la del Reino de Saba.

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Hasta los confines del tiempo y la historia nos ha llevado el cineasta Jordi Esteva (Barcelona, 1951) un viajero curioso y apasionado de las culturas africanas y orientales, ha dedicado su obra, tanto periodística como fotográfica, a indagar y descubrirnos formas de vida ancestrales, vidas que mantienen el espíritu de los ancestros, vidas resistentes a punto de perecer. Su filmografía arrancó con Retorno al país de las almas (2010), que había nacido de su libro Viaje al país de las almas (1999) donde daba buena cuenta de las ceremonias de posesión y los rituales de iniciación en Costa de Marfil, le siguió Komian (2014) en la que documentaba el espíritu de la pantera, elemento surgido del anterior documental, y ahora, nos sumerge en el tiempo para que conozcamos la isla de Socotra, que surge de su libro fotográfico Socotra, la isla de los genios (2011), un lugar milenario, que conserva una vegetación peculiar y muy característica, como los árboles de incienso y mirra, o la abundancia del árbol de la sangre del dragón, en forma de seta gigante, de savia roja, plantas e hierbas que mantienen la forma y colores antiguas.

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Esteva estructura su bellísima película (con reminiscencias pictóricas a la obra fotográfica de José Ortiz Echagüe y su trabajo en el Norte de África a primeros del siglo XX) a través de una road movie, en el que seguimos a unos camelleros en plena ascensión a las montañas antes de la estación de las lluvias, unos hombres que de noche acampan y alrededor del fuego, nos cuentan cuentos y fábulas en las que habitan seres imaginarios, criaturas fantásticas como genios y serpientes gigantes que se esconden en las montañas y se manifiestan a sus antepasados, historias de otro tiempo, que han ido contándose de padres a hijos, historias que nos descubren a los socotríes, sus formas de vida, en el que persisten en convivir con la tierra y los animales, respetándose unos a otros, y sabiendo que no pueden subsistir sin la fuerza y la energía del otro. Esteve ha construido un viaje poético, de increíble fuerza sobrecogedora, que seduce de forma envolvente con unas imágenes de indiscutible calidad filmadas en un riguroso y cálido blanco y negro. La cámara penetra en el alma de los socotríes, introduciéndonos en sus miradas y gestos, siendo uno más, una cercanía asombrosa, que se agradece, que nos descubre a unos hombres en una cultura desaparecida, o a punto de desaparecer, el leit motiv, no sólo de la película de Esteva, sino de todo su trabajo.

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Una película emparentada con la mirada de Flaherty y los cineastas británicos, en recuperar el tiempo perdido, y con la estética y contenido de los documentales surgidos en los 60, especialmente con los trabajos de Rouch o Pasolini sobre África, o Herzog, en su afán viajero y su interés por el pasado y su tiempo, cineastas que filman el pasado a través de un presente que desaparece. Un trabajo documental de grandísimo interés que no sólo nos descubre formas de vida y cultura ancestrales, perdidas, de otro tiempo, sino que también, quedará como testigo y prueba de ese tiempo que vivió, creció y perduró en el tiempo, como explica el personaje Ahmed Afrar, hijo póstumo del último sultán de Socotra, en ese tiempo y lugar donde sucedieron cosas que ellos continúan contando y viviendo en cada relato, como forma de vida y sobre todo, una manera de recordar a los que ya no están, con sus relatos míticos sobre la isla, sus habitantes, montañas, y sus plantas.


<p><a href=”https://vimeo.com/133847557″>TRAILER DE SOCOTRA, LA ISLA DE LOS GENIOS</a> from <a href=”https://vimeo.com/jordiesteva”>Jordi Esteva</a> on <a href=”https://vimeo.com”>Vimeo</a&gt;.</p>