Iberia, naturaleza infinita, de Arturo Menor

EL MARAVILLOSO UNIVERSO DE LA FAUNA IBÉRICA SALVAJE. 

“Cada planta, cada animal, incluso cada complejo minero, cada paisaje, tiene su razón de ser. No están a nuestro alcance por puro azar o capricho, sino que forma parte de nosotros mismos. El hombre no es un ovni venido de una lejana galaxia; el hombre es un poema tejido con la niebla del amanecer, con el color de las flores, con el canto de los pájaros, con el aullido del lobo o el rugido del león”

Félix Rodríguez de la Fuente

El trabajo cinematográfico del biólogo y naturalista Arturo Menor (Talavera de la Reina, Toledo, 1970), siempre ha estado enfocado a mostrar, experimentar y descubrirnos la belleza y los secretos de la fauna ibérica salvaje, dirigiendo casi veinte cortometrajes, y dos largometrajes como Wildmed, el último bosque meditérráneo (2014), sobre los bosques de Sierra Morena, Barbacana, la huella del lobo (2018), siguiendo el rastro del lobo en su hábitat natural, y ahora nos llega su tercer trabajo con Iberia, naturaleza infinita, en la que siguiendo con la mirada y premisas anteriores, seguimos el viaje de un águila real que ha perdido a su pareja y desterrada de su espacio, emprende un viaje de norte a sur, buscando su nuevo lugar. 

La película se va deteniendo en cada rincón minúsculo, en cada espacio por mínimo que sea y a modo de detective meticuloso, nos va descubriendo y mostrando los diferentes ecosistemas y la fauna que lo habita, desde el pájaro más diminuto a la nutria que vive en sus pequeños riachuelos, incluso los osos y sus crías, y demás vidas que se mueven, que pueblan con sus existencias la gran riqueza y diversidad de nuestros bosques y dehesas. La película se toma su tiempo, no tiene prisa, porque quiere que veamos la naturaleza y sus pobladores de forma diferente, deteniéndose en aquello que parece invisible, en aquello que se nos escapa, en todo lo que hay, en todo lo que está y no vemos. El espectacular trabajo técnico es uno de los elementos del cine de Arturo Menor, en el que se rodea de un equipo humano magnífico, empezando por el montaje de José M. G. Moyano, que conocemos por sus trabajos con Alberto Rodríguez y Santi Amodeo, en un preciso y conciso trabajo, lleno de detalles e intensidad y reposo, en un estupendo ejercicio de pausa y de ritmo para verlo todo y no encantarse para condensar sus increíbles setenta y cinco minutos de metraje. 

Un especial y delicado trabajo de sonido por uno de los maestros en este tipo de documentales de naturaleza como es Carlos de Hita, que es el responsable de las últimas películas sobre el tema producidas en España al lado de Gerardo Olivares, Joaquín Gutiérrez Acha y Andoni Candela, entre otros. La mezcla de sonido lo hace un gran profesional como Jorge Marín, Juan Ventura es el responsable del color y los efectos visuales, Iván Merino es el piloto FPV y Juan Luis Malpartida es el zoólogo, y el narrador Jesús Olmedo, con su voz profunda que no solo nos explica aquello que no escapa, sino que se convierte en un narrador que nos explica un cuento, una fábula de un animal que busca su lugar en el mundo, y se va encontrando con infinidad de conflictos y demás en su itinerario de huida. La película reivindica la belleza de nuestra naturaleza y su fauna salvaje, y también, la mano del humano que los ha transformado para su beneficio, también habla de la riqueza y la belleza de la diversidad de tantos animales, ya sean aves, osos, nutrias, lince ibérico, y demás vidas ocultas e invisibles para nosotros, que habitan en nuestros bosques, en esos espacios recónditos y en las dehesas, tan alejados de nosotros que parecen seres de otro mundo. 

Iberia, naturaleza infinita quiere contarnos un cuento, el que protagoniza la águila real con un viaje que sirve como excusa para ver todo lo que encuentra, lo que vemos a partir de ella, lo que sentimos y experimentamos, todo aquello que nos conecta con la naturaleza, del lugar de donde venimos y pertenecemos, aunque no queramos reconocerlo, todo aquello que fuimos y donde empezaron nuestros ancestros. Quizás la película peca a veces, en contadas ocasiones, de contarnos ese cuento del águila real, con algunas imágenes sobreimpresionadas, pero no la desmerecen en absoluto, porque todo lo que muestra y sobre todo, como lo muestra, es de una belleza, riqueza e inteligencia fuera de la norma, con un inmenso trabajo técnico y humano, donde no solo lo vemos todo, sino que también lo vemos con nitidez, con pausa y con todo lujo de detalle, haciendo un recorrido espectacular de norte a sur, pasando por mil lugares y situaciones, desde a ras del suelo a las altas cumbres donde anidan las aves, desde diversos puntos de vista, y desde miradas de todas las situaciones y circunstancias. 

Volvemos a aplaudir el magnífico trabajo de Arturo Menor y su equipo, porque con Wildmed, el último bosque mediterráneo y Barbacana, la huella del lobo, y la actual Iberia, naturaleza infinita, queremos creer que es una especie de trilogía no concebida así en un principio, pero viéndola y disfrutándola queremos imaginar que es así, ha construido una película para los sentidos y para el alma, conformando una de las más bellas, intensas, cautivadoras y sensibles aproximaciones a nuestros ecosistemas ibéricos y toda la fauna que lo habita, con el espíritu y aroma inconfundible del maestro Félix Rodríguez de la Fuente, el hombre que miró a la naturaleza y sus animales, desde una mirada humanista, una mirada que traspasa la vida y criticaba los intereses económicos del humano, o mejor dicho, del sapiens, en sus ansías y codicia de sacar provecho de todo, sin importarle nada ni nadie, destruyendo y eliminando la vida vegetal y animal. La película de Arturo Menor nos obliga a mirar diferente, desde el reposo, desde la humanidad que parece que perdimos, en un ejercicio de reconectarnos con la naturaleza y sus seres, de ese lugar de donde venimos, de ese lugar que somos. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

Entrevista a Arturo Menor

Entrevista a Arturo Menor, director de la película “Barbacana, la huella del lobo”. El encuentro tuvo lugar el miércoles 19 de sepetiembre de 2018 en el hall de los Cines Verdi Park en Barcelona.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Arturo Menor, por su tiempo, sabiduría, generosidad y cariño, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su tiempo, cariño, generosidad y paciencia.

Barbacana, la huella del lobo, de Arturo Menor

LOS PAISAJES DEL LOBO.

Cinco lobitos tiene la loba,
cinco lobitos, detrás de la escoba.
Cinco lobitos, cinco parió,
cinco críó, y a los cinco,
a los cinco tetita les dió.

El biólogo y cineasta talaverano Arturo Menor es un apasionado de la naturaleza y todo lo que le rodea, tanto a nivel natural como social, ya había demostrado esta pasión en muchos de sus trabajos para la Universidad de Huelva y otros medios, como lo hizo con su primer largometraje WildMed, el último bosque mediterráneo (2014) en el que mostraba la diversidad y belleza de la cordillera de Sierra Morena, en el que filmaba todos sus espacios, colores y aromas, y sus habitantes, donde coexisten especies como el lince ibérico, el águila imperial y el lobo. El éxito de crítica, tanto a nivel nacional como internacional, le ha animado a emprender un nuevo reto, filmar el lobo en su hábitat natural, en las montañas donde habita esta especie controvertida, un animal que desde tiempos inmemoriales ha mantenido una lucha contra el hombre, en un rodaje que abarcó tres años de trabajo.

La película arranca en Sierra Morena, y después, nos llevarán a la cordillera cantábrica, como si Menor y su equipo fuesen rastreadores que siguen la estela del lobo, en el que la cinta nos muestra todos los movimientos y actividades que se realizan para llamar la atención del lobo, asesorados por pastores y habitantes de las zonas que pisan. La película se teje a través de tres caminos. Por un lado, tenemos a su director y su equipo construyendo la experiencia y el trabajo cinematográfico, la parte técnica, y asistimos a su espera, mientras la voz del narrador nos va describiendo minuciosamente aquello que no vemos, o desconocemos, aquello que las imágenes no muestran, la extensa diversidad de los bosques, montes y campos ibéricos, y toda su vegetación y fauna salvaje y animal, desde aves, herbívoros, y los lobos, por un lado, y por el otro, el hombre, esos últimos pastores o los que todavía resisten, trashumando con sus ganados con la ayuda de sus perros mastines.

Por otro lado, la película consigue filmar a los lobos, una difícil tarea que requiere esfuerzo, mucho trabajo, enorme paciencia y unos equipos de filmación de alta tecnología, en el que observamos a los lobeznos recién nacidos, su madre y la evolución del clan familiar, sus disputas, sus estrategias de cazas y sus movimientos, y todo su desarrollo por las diversas estaciones del año. Y por último, la película nos habla de la situación del lobo, donde escuchamos a pastores y ganaderos que nos explican su relación con el lobo, donde descubrimos que el lobo ayuda a mantener la vegetación que ayudará a alimentar al ganado cuando suban a las altas montañas, cazando a los herbívoros, y de esa manera, manteniendo los ecosistemas. Tres ejes que se funden entre sí, mezclándose y adquiriendo un sentido conservacionista, no sólo del lobo, una especie en constante peligro, sino de la actividad ganadera y la diversidad de los ecosistemas ibéricos y su futuro, descubriéndonos una realidad social que difiere en muchas ocasiones con las ideas prejuiciosas hacia el lobo.

Una película que vuelve a mirar a nuestros montes y bosques, acercándonos todo su mundo que, como han hecho otros cineastas, aunque todavía muy escasos, que en los últimos años, han devuelto el documental de naturaleza a nuestros cines, siguiendo la estela del gran divulgador científico Félix Rodríguez de la Fuente, en los que se han sumado nombres como el del propio Menor, Joaquín Gutiérrez Acha, con sus trabajos como Guadalquivir o Cantábrico, o el más reciente de José Díaz y 100 días de soledad, trabajos de gran factura técnica que abordan la naturaleza desde el conservacionismo y la observación de toda su diversidad, belleza y naturalidad. El cineasta talaverano vuelve a sumergirnos en un relato de grandísima belleza, en el que ha contado con un gran esfuerzo técnico, donde se ha contado con un nutrido grupo de los mejores técnicos del país como Alvaro de armiñan, en guión y ayudante de dirección, los músicos Javier Arnanz y Jorge Marín, con la colaboración de la cantante Rozalén que canta la famosa “Cinco lobitos”, José M. G. Moyano en montaje o Daniel de Zayas y Carlos de Hita en sonido.

Una magnífica y sensorial película, con sus intensos y emocionantes 71 minutos de metraje, en la que respiramos naturaleza y nos adentramos en un mundo alejado de todo, y donde la vida y la muerte coexisten a cada segundo, en el que nos fundimos entre los aromas, la inmensa tableta de colores y formas, y todos los habitantes que impregnan cada brizna de hierba y de viento, como las aves, grandes y pequeñas, como esos buitres carroñeros que sacuden los cadáveres, las disputas de los rebecos en los más altos picos, el apareamiento de los ciervos y corzos, los jabalíes en busca de comida, y el lobo, moviéndose y relacionándose con ese paisaje bello y salvaje, en el que coexisten con el hombre, con sus ganados pastando, sus perros mastines vigilantes y protectores, y sus distintas formulas para luchar contra el lobo, cercando el ganado, o construyendo las barbacanas (que hace referencia el título de la película, que son las fortificaciones con cable y objetos que asustan al lobo y el impiden penetrar a por el ganado joven). Menor ha construido un retrato sobre los bosques y montes ibéricos desde la observación de la inquietud y curiosidad del cineasta que los ama, desde el respeto y la conservación de unos ecosistemas ancestrales y ricos, en el que la película los muestra en toda su riqueza y belleza, sumergiéndonos en todo aquello que vive y muere cada día.


<p><a href=”https://vimeo.com/283058201″>BARBACANA_TRAILER_RISEN</a&gt; from <a href=”https://vimeo.com/asecic”>ASECIC_VIMEO</a&gt; on <a href=”https://vimeo.com”>Vimeo</a&gt;.</p>