The Imitation game, de Morten Tyldum

descargaEL HÉROE SILENCIADO

Descifrando Enigma, es el subtítulo que reza en la versión que llega a nuestras carteleras. Si bien el grueso central de la película se localiza en el Londres de  1943 y los años que duró la Segunda Guerra Mundial, la cinta de Morten Tyldum (Noruega, 1967) -4º título de una carrera que despegó con su tercer film, Headhunters (2011), un thriller de producción noruega sobre robos que tuvo una gran acogida internacional- se desarrolla en tres instantes que marcaron la vida de Alan Turing (1912-1954), célebre matemático, pionero y precursor científico de la computación e informática moderna, entre otras muchas cosas… La película, basada en la biografía de Alan Turing: El Enigma escrita por Andrew Hodges, arranca en 1954, cuando Turing fue acusado de homosexual –condición que hasta 1967 fue castigado como delito por las autoridades británicas- para llevarnos hasta el 1943 citado, cuando el pleno conflicto bélico, el gobierno británico lo reclutó junto a otras mentes brillantes para descifrar Enigma, la máquina nazi que codificaba y descodificaba los códigos secretos de sus operaciones navales, que gracias a la máquina que construyó Turing, se lograron descifrar y detener infinidad de ataques y decantar la guerra a favor de los aliados. El tercer segmento, se sitúa en 1928 en el internado donde estudió Turing y descubrió su homosexualidad junto a otro chico. Tres momentos en la vida del científico que condicionaron completamente su existencia y su injusto olvido hasta que en diciembre de 2013, la propia reina Isabel II promulgó el edicto que anulaba todos los cargos en su contra. Un silencio de más de medio siglo que originó que en la película Enigma (2001), dirigida por Michael Apted, que recogía parte de la historia de Turing, se cambiasen todos los nombres, obviando los reales, sin aparecer ninguna mención al célebre científico. La cinta de Tyldum tiene todos los ingredientes de producción british: corte clásico, planificación sencilla que atrapa a través de la honestidad, personajes humanos y complejos, secundarios bien cuidados, una trama pausada y de intriga, tramas secundarias importantes, y unas actuaciones contenidas apoyadas en la mirada y en los gestos, amén de unos diálogos vivos llenos de ironía. Elementos que el realizador noruego, en su primera producción hablada en inglés, acopla concienzudamente creando un relato de intriga, de política y espías, sin olvidarse de las relaciones personales y los conflictos que van surigiendo en el equipo que capitanea Turing. Todo arropado por unos técnicos eficaces como el montador William Goldenberg, el músico Alexandre Desplat, destacando la presencia del cinematógrafo español Oscar Faura (habitual de Bayona). Oscar Benedict Cumberbatch –famoso por su personaje de Sherlock Holmes en la serie con el mismo título- desarrolla un personaje enigmático, reservado, complejo, que oculta su condición homosexual por miedo a la sociedad imperante, a veces irritante, pero siempre brillante, que empieza entre tinieblas, aislado, para lentamente abrir nuevas ventanas y socializar con los demás. A su lado, Keira Knightley –elegante y emocionante- que recrea a Joan Clarke, otra mente brillante a la que también se le debe buena parte del desciframiento de Enigma. Una película llena de detalles, de zonas vivas y oscuras, que denuncia como la furia estatal de un tiempo eliminó una de las mentes más brillantes del S. XX, cómo la historia arrinconó y apartó a pesar de todo su trabajo, capacidad y generosidad en favor de las comunicaciones, la modernidad, la paz y la libertad.

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