Entrevista a Montse Alcoverro y Enrique del Pozo

Entrevista a Montse Alcoverro y Enrique del Pozo, intérpretes de la película «El cas Àngelus. La fascinació de Dalí», de Joan Frank Charansonnet, en el hall de los Mooby Cinemas Bosque, el viernes 15 de noviembre de 2024.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que han hecho posible este encuentro: a Montse Alcoverro y Enrique del Pozo, por su tiempo, sabiduría, generosidad, y a Sonia Uría de Suria Comunicación, por su generosidad, cariño, tiempo y amabilidad. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA

El cas Àngelus. La fascinació de Dalí, de Joan Frank Charansonnet

DALÍ Y EL ENIGMA DEL ÁNGELUS. 

“En junio de 1932 se presenta de súbito en mi espíritu, sin ningún recuerdo próximo ni asociación consciente que permitan una explicación inmediata, la imagen del ángelus de Millet (…) se convierte para mi de súbito en la obra pictórica más turbadora, más enigmática, la más rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido”. 

Salvador Dalí 

En un instante de Viridiana (1961), de Luis Buñuel, se escenificaba “El Ángelus”, de Jean F. Millet (1857-1859). Desde el mismo gesto y planteamiento nace la película El cas Àngelus. La fascinació de Dalí, de Joan Frank Charansonnet (La Vall de Santa Creu, Port  de la Selva, 1971), arrancando desde el cesto de manzanas y poco a poco ir abriendo hasta encuadrar la pintura. Porque el séptimo largometraje de Charansonnet, el quinto en solitario, se ve envuelto en la fascinación que sentía Salvador Dalí (1904-1989), en pos de ese cuadro. Un lienzo que desde que lo miró por primera vez en los años treinta, lo siguió toda su vida, estudiando a fondo y encontrando sus enigmas. 

El director gerundense, a partir de un guion junto a Alba López, con la que ya coescribió su anterior film Terra de telers (2020), nos sitúa en los años sesenta, más concretamente en 1963, cuando un día cualquiera en la vida de Dalí y su eterna Gala, van a pasar el día en la casa del Sr. Roig para celebrar el aniversario de éste. La misma jornada en que Dalí recibe la visita de un periodista al que le contará su relación con el cuadro de Millet. Un presente continuo anclado en un día, con los evidentes flashbacks para ir conociendo algunos momentos de la relación del famoso pintor y el cuadro en cuestión. La nueva película de Charansonnet abre una nueva etapa en el cine del director porque añade algunos elementos técnicos que ayudan a que la película tenga el empaque necesario para no sólo meternos de lleno en el universo daliniano, sino que consigue una interesante mezcla entre la vida más cotidiana, con todos esos personajes de reparto que amplían y dan profundidad a la trama,  y ese otro espacio donde la fabulación, a modo de cinta noir, nos embarca el testimonio-relato del pintor. No obstante, después de la escenificación de la citada pintura, el relato se inicia con Dalí reflejado en un espejo y entra Gala para reflejarse también. La idea de vida y ficción mezcladas, donde los reflejos y ficciones se fusionan. 

La parte técnica de la cinta está muy cuidada empezando por la excelente cinematografía de Ona Isart, de la que vimos su trabajo en Y todos arderán, en su gran concepción en el encuadre y la luz, capturando toda la naturalidad posibles, y las enigmáticas secuencias en un poderoso blanco y negro que tienen los mencionados flashbacks. En el apartado musical, Charansonnet vuelve a contar con Marcus Jgr, que trabajó en tres películas con el desaparecido Agustí Villaronga, y ya estuvo en la citada Terra de telers, donde consigue una extraordinaria banda sonora donde capta a la perfección todos los aspectos visibles e invisibles que encierran en la película. El montaje de Rubén Vilchez, que ya ha trabajado con el director en diversos apartados como codirección y sonido, se cierra en sus formidables 87 minutos encajando todo el viaje y la historia que nos va relatando Dalí, con sus tres décadas de vida y arte, mezclando con acierto la historia, la vida, y sobre todo, la intimidad y lo más personal del genio y su entorno. Mención especial tienen el resto de apartados como el sonido con Marçal Cruz, con mucha experiencia en series, amén de los Marcus Jgr y Vilchez, el vestuario, la caracterización, y los espacios naturales donde se ha rodado.

Como sucedió en Pàtria (2017) y en la citada Terra de telers, el director catalán-francés vuelve a contar con un extenso reparto que arranca con él mismo haciendo uno de los papeles de su vida, expresando toda la fortaleza y vulnerabilidad de Dalí, hemos visto a muchos Dalí en el cine pero éste nos ha gustado mucho por todos los matices, con esas constantes performances e intimidad que desprende el personaje, que se aleja de la caricatura y se adentra en su carácter más cercana y personal. Le acompañan una magnífica Montse Alcoverro haciendo de Gala, Ricard Balada y Esther Nubiola son los Dalí y Gala jóvenes, y luego están la troupe Charansonnet, es decir, todos los intérpretes cómplices que le van acompañando en sus aventuras como Miquel Sitjar, Eduard Alejandre, Ramón Godino, Montse Ribadellas y Jaume Najarro, entre otros, y los “fichajes”, Josep Massotkleiner, Enrique del Pozo, Núria Hosta, Silvia Sabaté, Júlia Creus, y algunos más. Un reparto que da lo mejor de sí en unos personajes tan naturales y tan cercanos, contribuyendo a la mezcla de noir, comedia costumbrista y drama que van decorando toda la trama. 

Quizás han visto mucha veces al Dalí de verdad y de ficción, y luego todo el material que existe y existirá alrededor de su figura, incluso puede que conozcan las películas, pocas eso sí, que existen sobre su vida, pero déjenme decirles que El cas Àngelus. La fascinació de Dalí, de Joan Frank Charansonnet es una película que, a pesar de su modestia, no se lanza a embellecer ni a la sensiblería, sino a todo lo contrario, y lo hace desde lo íntimo y personal, mostrando a un Dalí muy pocas veces visto, ya sea en la realidad y la ficción, un Dalí de verdad, de emociones, un Dalí abriéndose en canal y recreando su relación con el cuadro de Millet, con sus alegrías y tristezas, sus miedos y valentías, sus aciertos y errores y sus momentos duros de su vida hasta los sesenta. La película se aleja del biopic al uso, porque no quiere aglutinar toda una vida, sino un momento que resignificó toda la vida del artista, ese momento en que la belleza del arte y la vida más terrenal se cruzan y ocultan algo misterioso, algo invisible y Dalí, perplejo y fascinado por ese momento, comenzó una investigación hasta dar con lo que se escondía, porque él sabía que algo había detrás, al igual que hace la película, descubrimos la parte de atrás, la que no se ve, la que se oculta. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA