MR. SPOCK CAMINA JUNTO A MI.
Wendy es una joven inteligente e independiente que vive en San Francisco. Ella tiene autismo y vive en un centro asistencial, al cuidado de Scottie. Wendy trabaja en una pastelería y es fanática de la serie de Star Trek. Su vida es metódica, ordenada y rutinaria. Uno de sus sueños es vivir junto a su hermana Audrey y su sobrina recién nacida. Todo este orden cambiará cuando, debido a un concurso de la Paramount Pictures donde piden guiones sobre la serie de Star Trek, Wendy, sin contárselo a nadie, se lanza a la aventura de ir personalmente a los grandes estudios y entregar su guión de 500 páginas en mano. Para Wendy, salirse de su universo metódico y ordenado, conlleva una serie de riesgos mayores, ya que para ella el mundo exterior, el que no practica diariamente, se convierte en un universo desconocido y tremendamente confuso, un paralelismo en el que sustenta el guión sobre Star Trek que presentará para el concurso, donde el Capitán Kirk y Mr. Spock, los dos personajes principales, pierden la nave Enterprise, y caen en un planeta desconocido, donde el desierto los consume y las posibilidades de supervivencia son muy escasas. Ben Lewin (Polonia, 1946) dirigió varios capítulos de la serie Ally McBeal, y consiguió reconocimiento con Las sesiones (2012) una película que hablaba de la primera experiencia sexual de un tetrapléjico. Ahora, vuelve a centrarse en el tema de la discapacidad, en este caso emocional, centrándose en la vida de Wendy y su peripecia de llegar a L. A. en los estudios Paramount.
Nosotros nos vemos en Wendy, asistimos a su pérdida, a su confusión, a su inocencia, y la seguimos a su par. Wendy se muestra extraña en ese mundo tan nuevo para ella, un lugar en el que encontrará gentes amables y otras que no lo son tanto, donde dará muchos tumbos, más de los previstos, para llegar a su objetivo, y con Scottie y su hermana detrás de ella, intentando alcanzarla. Lewin acoge su relato en la estructura de El mago de Oz y en el viaje, más emocional que físico, de Dorothy, una niña huérfana, una niña que se siente desamparada y acaba en un mundo desconocido y extraño, un universo que se rige por otras normas y otras circunstancias, un lugar, donde se tropezará con otros compañeros de viaje que tienen como objetivo la magia de Oz, una magia que les ayudará a ser emocionalmente mejores. Wendy tiene mucho que ver con Dorothy y su extraño viaje, las dos comparten un objetivo, un destino que les ayudará a sentirse más fuertes y valientes, y les proporcionarán armas para enfrentarse a los desconocido, a esa parte del mundo que les parece confuso y difícil de descifrar, un viaje físico y emocional que les abrirá otros sentidos ocultos que jamás imaginaban que tendrían.
El guión de Michael Golamco nos lleva por distintos paisajes, desde lo urbano hasta las calles desiertas, entre delincuentes sin escrúpulos o abuelas negras bondadosas, dependientes mentirosos, médicos confiados, vendedoras de billetes amables, policías que conocen el idioma klingon (idioma que hablan en Star Trek) en uno de los grandes momentos de la película, o oficinas jefe amargados y toda una serie de personajes que se encontrará Wendy en esta peculiar road movie simpática y bien construida, pero llena de verdad y sencillez, donde sobresale la excelente interpretación de Dakota Fanning, muy alejada de su rol en la saga vampírica adolescente Crepúsculo, que sabe llevar con honestidad, intimidad y valentía un personaje complejo y extremadamente controvertido, muy parecido al de Mr. Spock, que en su mitad vulcano mitad humano, lucha interiormente entre su racionalidad y su intuición, y ante los problemas se muestra demasiado calmo, como indica el título original, ese Please, Stand By, la frase que utiliza Scottie para tranquilizar a Wendy cuando sufre sus ataques de pánico.
Toni Collette como Scottie, la cuidadora y psicóloga que ayuda y sigue la evolución o no de Wendy, con ese rol de madre soltera que también ayuda a explicar más interiormente su carácter y su relación con su paciente, Alice Eve da vida a Audrey, la hermana mayor de Wendy, que todavía ve a Wendy de manera diferente y no preparada para llevársela a casa, una situación que la entristece y después del viaje, le hará despertarse y ver cosas en su hermana que creía inciertas. Larga vida y prosperidad, una de las frases que lanzaba Mr. Spock cuando se despedía, es una película intimista y sencilla, resuelta de manera convencional, sí, pero ese detalle no le resta ningún ápice de calidad y diversión, pero que huye del sentimentalismo y la autocompasión, con ese aire de tragicomedia, donde estaremos junto a Wendy, con sus pros y contras, con toda su sagacidad e inteligencia, pero también, con sus problemas para relacionarse y moverse por un mundo que en muchas ocasiones es un lugar muy difícil para aquellos que son diferentes, que tienen unas capacidades diferentes al resto, que sienten de otra manera, que miran y se relacionan con el mundo que les rodea de múltiples formas que algunas nunca llegaremos a entender, pero esa peculiaridad tan alejada no les hace ser entes extraños, sino personas diferentes, con otras inteligencias y relaciones, como todas las demás.