Oculto el sol, de Fabricio D’Alessandro

SIETE INSTANTES.

La palabra “Eclipse”, término que proviene del griego, de la etimología  “ekleipsis”, quiere decir desaparición o abandono. Este extraño fenómeno, y más concretamente, el eclipse solar, es el que viven los personajes de Oculto el sol. Unos individuos que viven pequeñas historias alrededor de un día que la luz desaparece y deja espacio a lo que no se ve, a lo que no somos capaces de ver de nosotros mismos, a todo aquello que nos angustia y nos atormenta, a aquello que ocultamos a los demás. Siete momentos protagonizados por Lorenzo, un músico que trabaja en su nueva obra, se entera que sus padres biológicos no lo son. Laura decide que no tiene claro casarse el día de su boda.  Juana es hechizada por su amante que quiere estar de nuevo junto a ella. Gustavo, un bailarín de clásico, ya no le apetece volver a salir al escenario. Clara tiene la necesidad de comunicarse con su hermano con él que se ha distanciado. Gena siente extrañas presencias en su casa que comparte junto a su amor que casi siempre está ausente por el trabajo. Y finalmente, Ana y Mora, son dos mujeres que entran a escondidas en el domicilio vacío de una famosa actriz. Siete instantes, siete situaciones, siete momentos que sin tener nada que ver los unos con los otros, comparten un día diferente, en una ciudad cualquiera, una ciudad sometida a los caprichos de un eclipse solar que ocultará la luz y los encerrará en ellos mismos, en sus intimidades, deseos, ilusiones, miedos, frustraciones y demás sentimientos.

La puesta de largo de Fabricio D’Alessandro, argentino de nacimiento y afincado en Barcelona (que firma el guión, la edición y la coproducción de la cinta, junto a la escuela de cine FX Animation 3D, que se lanza con esta película a la aventura de producir)  se sitúa en un escenario singular, en un paisaje urbano donde parece evocar a un tiempo detenido, a un tiempo donde todo es posible, en el que los protagonistas de estas siete ventanas se sumirán en un espacio atemporal, en unos microcosmos domésticos e íntimos, en los que ya nada volverá a ser igual después de ese día, un día en el que se verán inmersos en ellos mismos, en una especie de búsqueda emocional que les hará preguntarse quiénes son, y qué quieren de ellos mismos, algo así como una especie de catarsis emocional debido al accidente meteorológico. D’Alessandro encierra a sus criaturas en pequeños espacios cotidianos, donde los sacude emocionalmente, dejando ver todo aquello que se oculta, aquello que no dejamos ver, que sentimos y no pueden ver los demás, y menos aquellas personas que forman parte de nuestro entorno, y lo hace mostrando una inusitada sencillez y honestidad, donde filma de manera desestructurada su relato, compuesto por breves e intensas secuencias que nos irán informando del devenir emocional de estas almas implicadas, en los que toca temas que van desde la identidad, nuestra intimidad, la soledad, el deber social y profesional, y sobre todo, el amor y sus devaneos sentimentales.

El director argentino construye una mezcla lúcida y cautivadora sobre nuestras emociones, nuestros miedos e inseguridades, sobre todo aquello que nos hace feliz o lo que nos duele, de aquello que nos hace sentir vivos o infelices, en un mundo más vertiginoso, mecanizado, y menos humano, donde todo va a velocidad de crucero, y ya no sólo no tenemos tiempo para los demás, sino que tampoco tenemos tiempo para nosotros mismos, en los que para protegernos nos encerramos en nuestros pequeños universos donde ocultamos nuestras miserias humanas, en una sociedad que parece renegar de lo que sentimos realmente y nada hace para aliviarlo, aunque solo sea por unos instantes. D’Alessandro se apoya en una fotografía de Gustavo Guevara y Martín Turnes, a partir de lo natural, en la que capta todos los detalles y miradas de los personajes, así como las atmósferas que la ausencia de luz va generando en los espacios, salpicada de claroscuros y detallista, donde los cuerpos y los rostros penetran en nuestra miradas, que parece como si pudiésemos tocarlos y sentirlos, moviéndose por espacios reducidos, en los que la cámara captura esos instantes en los que pueden abrirse a todo aquello enterrado y oscuro. El buen plantel de intérpretes capitaneados por Florencia de Maio (que además interviene en la producción y es la responsable de la dirección de actores) nos conmueven a través de leves miradas y gestos, en unas composiciones sinceras e íntimas, donde el tiempo se detiene para sus emociones, convocándoles en ese breve lapsus donde el eclipse hace que lo imposible sea posible, y donde la oscuridad provocada por el eclipse, deviene una apertura de sus sentimientos más profundos, que los acerca a los demás, y sobre todo, a ellos mismos.

D’Alessandro ha construido una película que rezuma independencia y vida por todos sus poros, valiente en su espíritu, y en su peculiar e incisiva maraña argumental, episódica, que sigue la estela de grandes obras como El placer, de Öphuls, El fantasma de la libertad de Buñuel o Roma, de Fellini… o los más prolíficos en estos lares, Robert Altman y Jim Jarmusch que en muchos de sus filmes daban buena cuenta de esta forma coral de presentar los conflictos de sus personajes, creando universos particulares, interesantes y extraordinariamente cercanos y vivos, aunque como suele ocurrir en este tipo de estructuras corales, hay algunos episodios que nos resultan más interesantes que otros, ya sea por su naturaleza o su manera de contárnoslo, pero tanto el montaje como la propuesta formal de D’Alessandro logra manejar sus tiempos y emociones de manera sincera, sin olvidarse de su planteamiento argumental, penetrando con libertad en su intimidad, creando el ambiente propicio que irá in crescendo donde la catarsis emocional renacerá de sus pequeños infiernos, y todo aquello que nos hace vivir irá lentamente saliendo a la superficie, casi sin darnos cuenta, apoderándose de los personajes y sus sentimientos, abriendo esa luz que tanto nos hace falta, una luz que, al fin y al cabo, es la que nos hace seguir respirando y emocionándonos, sentirnos vivos.


<p><a href=”https://vimeo.com/151858148″>&quot;Oculto el Sol&quot; de Fabricio D&acute;Alessandro – TRAILER OFICIAL -</a> from <a href=”https://vimeo.com/fabriciodalessandro”>FABRICIO L. D&acute;ALESSANDRO</a> on <a href=”https://vimeo.com”>Vimeo</a&gt;.</p>

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