Teoria dels cossos, de JR Armadàs Monclús

ENTRE POEMAS. 

“La tens als teus braços. Dorms, i la somies, i saps que és un somni tot el que veus d’ella (…)”.

“Teoria dels cossos”, de Gabriel Ferrater 

Hay un cine que hace de su modestia, falta de recursos y sencillez su mejor aval, porque cuenta aquello que quiere contar de la forma más cotidiana, cercana y natural posible, sin caer en tramas intrincadas e inverosímiles, personajes poco creíbles y sobre todo, una forma que apabulla visualmente pero carece de contenido. Teoria dels cossos, la ópera prima de JR Armadàs Monclús (Barcelona, 1983), se centra en lo que quiere contar y lo hace desde la sencillez, la calidez y lo más íntimo, a partir de una comedia romántica, con ese regusto agridulce tan necesario, con la añadidura de situarnos en “L’any Gabriel Ferrater”, el reconocido poeta catalán, con dos personajes muy implicados en el tema. Tenemos a Mon, el director de la biblioteca con el nombre del poeta de Sant Cugat, y a Neus, una profesora de literatura catalana de Reus, una pareja que tienen mucho que ver a nivel intelectual, que durante el susodicho año se irán reencontrando y compartiendo poemas y quién sabe, si algo más. 

De Armadàs Monclús conocíamos su labor como periodista en diversos medios y en la revista “El cinèfil”, escritor, editor y su activismo cinematográfico, y desde el 2018 su faceta como director con cortos entre los que destacan Clandestí (2018), La dona i els dies (2021), y Tempesta (2022), los dos últimos a partir de poemas de Ferrater. Para su puesta de largo ha confiado en muchos de su cómplices en sus cortometrajes como Albert Bové Gràcia y Aina Graupera Salicrú en la cinematografía, Roger Comella en la edición, Esther Nubiola, como actriz, coproductora y ayudante de dirección, y los fichajes de Oriol Bonals, Olmo Vergriette y Tidiane Diedhou en el apartado de sonido, con Santiago Lapeira como coguionista y coproductor junto al director, que conocemos por haber dirigido películas como Asalto al Banco Central y Tocats pel foc, entre otras.  Armadàs y Lapeira arman un guión bien definido y nada complaciente, con una duración ejemplar, 80 minutos de metraje, y digo esto, porque aunque la apariencia de la película tenga la textura, la forma, los personajes y las situaciones de las comedias románticas, se desmarca del estereotipo de la susodicha comedia, porque tiene ese punto que tenían las clásicas de Hollywood allá por los treinta y cuarenta del siglo pasado, donde los equívocos estaban a la orden del día, e individuos aparentemente antagónicos encontraban sus puntos en común. 

En Teoria dels cossos (magnífico título adoptado del último poemario de Ferrater antes de morir en 1972 con 49 años), sus protagonistas tienen en común la poesía, pero les separan muchas cosas, que iremos descubriendo poco a poco. También tenemos a unos intérpretes de reparto cada uno y una en su punto vital como la cansada esposa que quiere una segunda juventud, o la liberal que desea algo más convencional, y el que está viviendo una locura con las apps de ligar, o el sacerdote compañero de colegio de Mon, en una peculiar secuencia. Otro de los elementos interesantes de la película es su elegancia, tanto a nivel argumental como hemos explicado, cómo en los escenarios que recorren sus protagonistas: los ya citados Sant Cugat y Reus, con sus imágenes documentales de las fiestas, el museu de la radio de Roda de Berà, las viñas del Penedès, y lugares del Garraf, que dan ese tono cálido y reposado que transmite toda la película. Tiene la textura, el espíritu y la cercanía que tienen mucho de las películas de Alexander Payne, como 14e arrondissement (2006), que hizo para la película colectiva París, je t’aime, y con Entre copas (2004), en que Teoria dels cossos se mira mucho, porque comparte algunos paisajes como las viñas, los vinos, la amistad y esos amores que nos vamos encontrando de improvisto, y sin olvidar, ese toque de comedia romántica con regusto triste y doloroso, porque la vida tiene tanto un lado como otro. 

La parte interpretativa es esencial en la película porque tiene a una pareja muy cómplice para Armadàs como Miquel Sitjar, compañero de fatigas que ha estado en varios de sus trabajos, al igual que Ivana Miño, que estuvieron en la mencionada La dona i els dies, que brillan como en aquella, ahora en dos personajes muy diferentes, dos almas que pasan de los cuarenta, con sus crisis existencialistas con esa edad difícil para las relaciones sentimentales, dos personas inquietas y curiosas que les junta la poesía de Gabriel Ferrater y su universo, y no sólo eso, también muchas más cosas, entre baños inesperados, vinos circunstanciales, cenas en lugares de culto, y citas que no se esperan en las que ocurren cosas que nos definen y nos vuelven del revés. Les acompañan el cineasta Joan Frank Charansonnet, otro cómplice, en un personaje inolvidable, Juli Fàbregas como ese amigo tan diferente y tan cercano, las divertidas Sònia Masuda y Mercè Rovira, la citada Esther Nubiola, Ricard Balada y la colaboración de Francesc Orella. Todos los que os acerquéis a ver una película como Teoria dels cossos vais a salir del cine felices de haber visto una película que habla de amor o eso que pensamos que es, de la poesía de Gabriel Ferrater, que para los que no la conozcan va a ser todo un descubrimiento, porque van a querer leer mucho más, y sobre todo, van a seguir creyendo en las circunstancias de la vida y la existencia, porque aunque sucedan cosas que no nos agradan demasiado, tiene ese espacio de inquietud, de misterio y de posibilidades que la hace especial. JOSÉ A. PÉREZ GUEVARA